domingo, 12 de octubre de 2008

Rompiendo tradiciones

El día 12 de Octubre, no es un día para salir de noche en Zaragoza, al menos no lo es desde que tengo uso de razón fiestera, es decir, desde los 16 años aproximadamente. Y eso, que normalmente el 13 de Octubre suele ser fiesta en Zaragoza. Todo tiene su explicación. El día 11 de Octubre siempre se sale, y el ritual hasta este año era el siguiente.

Ibas a un concierto, o de cena, y después de fiesta. Solías acabar en las carpas de Interpeñas pegando botes hasta el amanecer, y cuando daban las 8 de la mañana, y tras una noche de hablar, gritar, cantar, bailar y normalmente beber y fumar en exceso, comenzaba el ritual diurno. Llegabas a casa, normalmente caminando desde la otra punta de la ciudad, más de hora y media por la imposibilidad de coger un taxi, te duchabas, te desmaquillabas y te volvías a maquillar. Te recogías el pelo en un moño, te ponías las medias de ganchillo hasta el muslo, las gomas para sujetarlas, los calzones, las enaguas, la camisa, la falda, el chaleco y el mantón, y te calzabas unas zapatillas de esparto incomodísimas (sobre todo después de toda la noche sin dormir y de la caminata matutina), cogías el ramo de claveles, y te dirigías a la ofrenda para redimir tus pecados de la noche anterior.

Normalmente salías de la ofrenda a las 2 de la tarde, después de unas 2 o 3 horas de caminata con los párpados sujetos quién sabe como, y comenzabas la odisea de encontrar un bar con un hueco donde poder tomar un vermú. Terminabas comiendo normalmente en un restaurante (reservado al menos con un mes de antelación), rodeada de toda la familia.

Al final, llegabas a tu casa sobre las 6 de la tarde, te quitabas el moño y el traje de baturra como podías y te echabas a la cama, normalmente hasta las 11 de la noche. Y si aún te quedaba alguna fuerza, te acercabas al Pilar a ver el manto y a tomar una cervecita en el Flagerty como mucho, y después a la camita otra vez.

Cuando llegaron los niños, el ritual era el mismo, suprimiendo la salida nocturna por la imposibilidad de dejar a los niños con los abuelos (que ellos también salen el 11 de Octubre), pero añadiendo dos trajes más de baturro a la lista de cosas que hacer por la mañana, y por supuesto dos ramos de claveles más que como los angelitos no podían sostener acababas llevando tú, sí o sí.

Este es el primer año desde hace muchos que no me he vestido de baturra. Tampoco he vestido a los niños. No me apetecía. Debía ser que ya sospechaba yo que hoy en Zaragoza iba a caer el diluvio universal. Tampoco he comido con toda la familia, sino sólo los 4, y para terminar de romper las tradiciones, esta noche me voy de fiesta.

Me voy, que tengo una cita con papito..., y encima, gratis.

7 comentarios:

Alhuerto dijo...

Como me gusta que no me gusten las tradiciones.
Un peso que me quito de encima oiga.

Besos con resaca.

La Lola dijo...

Jajjajaj, muy bien señora, me parece genial. Me ha gustado la historia, pero sinó te gusta ya a ti, pues se cambia y listo. De todas maneras lo de la fiesta sea hoy o ayer ¿ no está mal...no?
Besicos

Anónimo dijo...

Yo tb me alegro de q hayas decidido romper con ese tipo de tradiciones, q, por otro lado, como q no te pegan.

Flores a una virgen??? Pero en q siglo estamos?

Thalía dijo...

Bueno, no soy de tradiciones ni ritos, sin embargo, ésta me gusta. Será que la he vivido desde pequeña, será que me divierto, será..., no sé lo que será.

Feliz lunes a todos, no trabajéis mucho, jeje.

Si tu supieras dijo...

Diossss es verdad,las fiestas del Pilar...fue una pena no haber podido ir este finde pasado,la fiesta de la MaximaFm según oi esta mañana en la radio fue una pasada...disfruta de papito,mmmmmm...está reketewenooooo
besos wapetona

Anónimo dijo...

Uff madremía.
Enhorabuena. Más vale tarde que nunca.

Anónimo dijo...

Lo pasé genial en el Pilar. Tu ciudad me encanta. Estuve en Interpeñas, en Valdesparteras, de conciertos, de fiesta, de copas, de comida por ahí. En fin, el lote completo. Prometo volver. Un beso enorme.