jueves, 31 de diciembre de 2009

martes, 29 de diciembre de 2009

Resumiendo


Se nos va, se nos va el 2009 y otra vez a escuchar las típicas frases de "qué rápido ha pasado", y todo eso. Un añito que me ha dado de todo, porque vamos, más cosas no me han podido pasar. Ahí voy con mi típico resúmen:

Enero comienza de la mejor manera. Y una caminata larguísima. El resto del mes..., poca cosa.

Febrero pasa sin pena ni gloria. Creo que he borrado ese mes de mi mente. Sólo recuerdo una noche sabinera en Madrid. Febrero siempre es un mes "tonto".

En Marzo recibo una llamada a las 9 y media de la mañana. Vuelven los fantasmas que creía que estaban enterrados. Vuelves. ¿Por qué?

Abril es un mes aciago, presiones muy fuertes, lágrimas a diario, facturas por pagar. No sé dónde meterme. Pongo el piso a la venta.

Firma en Mayo. Comer judías verdes de pie, deshacerme de recuerdos. Tirar cosas a la basura y guardar sólo lo que merece la pena. No me haces sentir bien, aunque tú no tengas la culpa.

Vuelvo a casa en Junio. Vuelvo a dormir mis horas. Sé vivir sin internet. La Traviata. Estoy sóla, y estoy bien. 35 años.

En Julio me convierto en serpiente encantada por un mes. Dos sombreros en mi nuevo hogar.

Agosto y Tamadaba. Relaciones imposibles. ¿Por qué tengo que ser tan impulsiva? Contradicciones. Calatayud. Artouste.

Vuelta a la normalidad en Septiembre. ¿Puede que el último? ¡Venga ya!

De oca a oca y tiro porque me toca. Eso es Octubre. Cita a ciegas, cita viendo perfectamente. ¿Qué es lo que quieres Ana? Ni siquiera lo sabes.

Viene Sabina en Noviembre. Comienzan poco a poco las comeduras de coco. Voy al cine, salgo a correr, voy de compras, de cena, de fiesta. No paro en casa y aún así, tengo tiempo de pensar.

Ojalá duren los buenos pensamientos y propósitos de Diciembre, porque me he prometido a mi misma que jamás volveré a pasar por lo mismo.

¡FELIZ 2010!
Este es el primer resúmen, quizás haga otro)

domingo, 27 de diciembre de 2009

Olé, olé y olé

Hoy ha sido un gran día.

Desde que comenzó mi propósito de mirarme el ombligo, no había tenido un día tan completo como hoy.

Comenzó a las 9 y media de la mañana sacudiéndome la pereza, para rebajar los excesos de la Nochebuena y la Navidad. A pesar de que las condiciones meteorológicas estaban en mi contra (llovía), he sabido esperar a que la lluvia se convirtiera en llovizna y he corrido 4 canciones de Sabina seguidas. A saber, "Ahora que", "19 días y 500 noches", "Nos sobran los motivos" y "Balada de Tolito". 15 minutillos justos. El próximo día serán 5.

Corte de pelo a mediodía (que ya hacía falta) y unos botines negros de tacón monísimos a los que tengo que dar una puntada porque sencillamente, se desmontan (la vida no está exenta de problemas).

Luego, cafecito en casa con amigos de los buenos, y cena en buena compañía en un bar en el que hacen unos huevos rotos con foi estupendísimos, y del que me van a hacer clienta VIP, porque ya he ido tres veces esta semana (mis niveles de colesterol no sé qué opinarán del tema).

Luego, bailes, risas y el momento clave. Decir que NO. Y decir que NO, porque no me apetece, a pesar de que la costumbre y la tentación estaban en mi contra. Pero he decidido que sólo diré que sí cuando realmente quiera decirlo. Y oye, lo agusto que se queda una. No pasa nada. No se hunde el mundo. Tus amigos no te odian y además, consigues estar en casa a una hora decente (ahora el reloj marca las 3:52 AM).

Así que a dormir, mañana el premio (porque yo lo valgo). Lo mismo me voy al cine..., aunque sea sola.

martes, 22 de diciembre de 2009

Mujeres y vino

Decía Steve Wonder que si bebes, no puedes conducir, y una que es muy mandada, pues si bebe no conduce, que luego se te estrechan las calles, y te puedes pegar una leche, y si todo eso no pasa, como mal menor te pillan en un control de alcoholemia y ya te has gastado el sueldo en un minuto.

Pero es que hoy me ha pillado de sorpresa. Así que me he concentrado en la carretera, en la música del Boss y en el maldito prado verde de Espe que ya me empieza a aburrir y pienso cambiar por un mar azúl.

La culpa ha sido del vino, y de los ibéricos, y de la rubia por supuesto. -Mavi, que no abras otra botella, que luego tengo que conducir... - Coño, Ana, no nos vamos a comer el jamón a palo seco. Pues también es verdad, que luego se hace bola y te pesa el estómago. Así que entre trozo y trozo de jamón y salchichón, han caído dos botellas de Pirineos Merlot-Cabernet, en algo más de tres horas y venticinco mil risas. Risas de las buenas, de las de verdad, de esas que no puedes evitar, pero es que ella es así..., la única persona capaz de tener "lipotermia" en el mundo.

Y toda eso ha sido después de la fiebre consumista en Ikea. 20 albóndigas han caído, entre dos (y qué dos...), y luego ¡a comprar! Bueno, en realidad sólo íbamos a mirar pero... - Espe, ¿y para qué narices quiero yo un Wok?, - Pues tú sabrás, -Pero es que..., cuesta un euro y medio, -Ahh, pues entonces sí, mujer, que ya haremos lo que sea.

Y venga wok, y venga velas, y venga pilas y venga, y venga. Y el prado verde, y el mar azúl...

Y entre risa y risa, y entre wok y wok, siempre la misma canción. No pienses Ana, disfruta y no pienses, y menos aún en lo que dirán.

Pues en ello estamos.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Reprogramándome

Hoy ha comenzado mi nuevo proceso de reprogramación. Creo que debe ser el quinto o el sexto de este año. No es que los anteriores hayan fracasado, es, simplemente, que en cada paso voy aprendiendo un poco más.

Últimamente he tenido comportamientos de "loquica", debe ser por eso que mi mote en el trabajo ha llegado a ser "Bipolar", y después de tener comportamientos de loca me he sentido fatal por no haber sabido controlarme. Está bien, me perdono.

No quiere decir que no asuma la responsabilidad sobre mis actos, lo hago, no obstante, ayer no fallé del todo al hablar del "Cuento de la princesa". ¿Quién tiene la culpa? - me preguntaste - ¿El loco, el barquero, el rey, el amante labriego? - La culpa, todos o ninguno, pero sí, la responsabilidad es única y exclusivamente de la princesa.

Pero aún y así, me perdono. Es que hoy estoy tremendamente generosa conmigo misma.

Una de los puntos esenciales de mi reprogramación será el saber decir que no, renunciar a cosas que no me convienen porque me hacen daño a largo plazo, a pesar de que de momento me hagan sentir bien. Es como el tabaco, en el momento de fumar todo es placentero, perdonas su mal sabor porque te llena el vacío de nicotina, crees que te aporta seguridad y que calma los nervios (todo mentira, no haces más que ensalzar sus nulas virtudes), pero a la larga, te provoca enfermedades y la muerte. Es también como un hombre que se deja querer pero no te quiere, su compañía es placentera, te sientes como una quinceañera, alabas su forma de ser, las mil cosas que tenéis en común etc. Sí nena, pero no te quiere, y a la larga vas a terminar sufriendo. Es como un polvo de una noche, maravilloso en el momento, pero que puede llegar a avergonzarte a largo plazo. Así que, muchas veces es mejor renunciar a tiempo a algo que aunque momentaneamente te proporcione placer, luego te hace daño.

Otro de los puntos es perdonarme. Como dice mi amigo Jose, a veces da la sensación de que soy la responsable de todos los males de la humanidad, y no, soy responsable de mis actos, sí, pero no de los de los demás. Que cada palo aguante su vela.

Y tercero. Quererme con mis locuras, con mis idas de olla, con mis complicaciones, con mi cuerpo, incluida mi barriga post-parto y con todas mis imperfecciones, porque son una muestra de que soy un ser único, de que estoy viva y me pasan cosas. El que quiera conocerme tiene abiertas las puertas y puede quedarse si le gusta lo que ve, lo que hay, lo que soy.

No va a ser fácil, pero creo que ayer ya lloré todo lo que tenía que llorar. Toda la tarde esperando una llamada que no se produjo, y que ya no sé si quiero que se produzca. Ahora sólo queda, recomponer el puzzle y colgarlo en un lugar privilegiado de mi casa. Seguro que Eva, Jose y Espe (of course) tienen a bien ayudarme son sus mil piezas. Seguro.

¡He dicho!

domingo, 20 de diciembre de 2009

Una piedra en el camino

Debo tener algo contra mí misma que no consigo descubrir, porque cada vez que las cosas me van medianamente bien, planto una piedra en el camino para tropezarme y caerme de bruces. No una piedrecita con la que a pesar del traspiés me mantenga todavía en la vertical, sino una de las gordas, que de con mi nariz contra el suelo, me la rompa por cuatro sitios distintos, me salte dos dientes, y me deje en cama para un mes mínimo.

Estoy cabreada. Cabreada porque no sé por qué lo hago. No sé qué narices tengo tan grave contra mí, que no me puedo perdonar. Y hasta que no lo sepa, seguiré poniendome pedruscos en el camino y con la boca ensangrentada.

Es una pena. Amarse, quererse a si mismo, es lo que deberíamos hacer todos, y sin embargo yo, por alguna razón, no termino de conseguirlo.

A veces soy mi peor enemigo. Y quiero dejar de serlo. Y es ésto, y no otra cosa, lo que más me duele de toda la situación.

Será propósito para el nuevo año.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Tengo frío

Lo sé, todos los años digo lo mismo. El año pasado un poco antes que éste, pero lo dije igual. Estoy idiota, y debe ser porque tengo frío.

El frío me pone de mala leche, resalta mi fragilidad, aumenta mi inseguridad y me pone triste.

Me molesta la ropa de invierno, odio los leotardos, no soporto los cuellos altos (me agobio), y son incapaz de llevar una manga encima de otra, así que me abrigo poco y aún tengo más frío.

Hoy, que siento que se acerca el solsticio de invierno (el 21/12/2009 a las 17:48, para ser más exactos), he visto el primer copo de nieve, y me he puesto un poco nostálgica.

Vienen recuerdos del fantástico verano que he pasado, de las horas muertas a la sombra de los pinos de Tamadaba leyendo a Ángela Becerra en agosto, de los baños de sol en Sitges, con los que mi cuerpo recargaba las pilas en septiembre, de las cervezas con limón durante horas, de terracita en terracita en julio, y de las risas bajo los chorros de la estación durante todo el verano.

Y así, con esta tonta nostalgia que me perseguirá unos días, hago esfuerzos para reprimir las lágrimas con la historia de un niño gallego, me acuerdo de que mañana hará dos años sin saber por qué aún me acuerdo, y todo lo que ocurre a mi alrededor me parece una amenaza para mi estabilidad.

Pero, como diría Rafa Pons, no pasa nada, mañana se me quita, y antes de que me de cuenta el día volverá a ser más largo, los almendros volverán a enseñarnos su flor y se pasará de una vez por todas, la maldita nochevieja.

Y yo, volveré a tener, todo lo que echo de menos cuando aprieta el frío.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Tozuda

La culpa no es mía, es de mi madre que fue la que eligió Zaragoza para que yo naciera. Y así he salido. Tozuda, cabezota.

Hay un chiste que dice que para que un aragonés meta 4 elefantes en un seiscientos sólo hay que decirle que no caben, y ya va siendo hora de que sepáis la verdad. Me costó, pero al último lo metí cortándole las uñas.

Y así, yo, en mi cabezonería, sigo empeñada en tirar de un hilo cuyo ovillo no termina nunca, sigo intentando vaciar el mar con un cubo, o peor aún, a cucharachas, sin darme cuenta que la sombra de la decepción me acecha y que llegará un día en el que caerá sobre mí inexorablemente.

Tengo, entonces, dos opciones. Una: dejar de tirar del hilo y dejar de achicar agua, y dos: construir una muralla de roca firme y vallas electrificadas con salientes puntiagudos, para proteger a mi persona y en concreto a una parte de ella, de la caída al vacío sin red.

Consultaré con mi almohada, con Marquitos y con cualquiera que aparezca en mis sueños, y después decidiré.

Por si acaso... ¿alguien sabe dónde venden arena y cemento?

viernes, 11 de diciembre de 2009

Economía doméstica

(O cómo hacer que una botella de aceite de oliva cueste 37,15)

No, no es que los precios se hayan subido a las nubes de repente. Afortunadamente las botellas de aceite del supermercado siguen costando más o menos lo mismo que antes y los comerciantes no se han vuelto locos viendo que los indicadores económicos publicados hoy en la prensa, sin ser optimistas son un poco menos pesimistas.

Es simplemente un poco de economía doméstica de 1º de ama de casa.

La culpa ha sido de la niebla. En Zaragoza, en invierno (cuando realmente llega el invierno independientemente de que sea aún otoño), hay dos fenómenos meteorológicos básicos. Uno es el cierzo y otro la niebla. Esa niebla espesa que no levanta en todo el día y que hace que a las 3 de la tarde tengas que conducir con las luces de carretera.

Pues bien, hoy nos hemos levantado con ésa niebla y nos acostaremos con la misma. No se ha movido ni para ir a hacer pis, a pesar de que algunos la llaman meona. Claro, con estas condiciones atmosféricas lo de ir al parque después del cole a comerse el bocata de nocilla y jugar un rato es de locos.

Así que a la salida del cole ha habido follón. La peque quería ir al parque y yo quería ir a comprar. Una botella de aceite para ser más exactos, que llevo viviendo del aceite de mi vecina desde el lunes pasado y no es cuestión. Que los tiempos están como mucho para pedir algo de azúcar, sal o harina, pero no se puede ir por la vida pidiendo que te llenen un tupper de aceite de oliva virgen extra.

El caso es que ante el follón hemos cambiado el tandem parque-Día%, por el tandem Ludoteca-Carrefour.

La ludoteca del Carrefour es un invento maravilloso. Los niños se divierten, pintan, se disfrazan y juegan mientras tú compras tranquilamente sin tener que ir vaciando el carro cada dos pasos a causa de todo lo que ellos han metido dentro. Y además es gratis.

Así que ni corta ni perezosa, he dejado a los niños jugando y me he encaminado hacia el supermercado a comprar mi botella, sin tomar las precauciones necesarias, que son fundamentalmente atarse las manos y cerrar los ojos hasta llegar a ella.

Iba yo camino de la botella (la han colocado al final los muy cabritos), cuando me he tropezado sin querer con el estante de los turrones. A mí no me gusta el turrón. Bueno, sólo me gustan el blando, el duro, el de yema y el de nata y nueces. ¡Ah!, y el de chocolate. Bueno, una tableta del de chocolate que ya estamos casi en navidad y los niños aún no lo han probado.

He seguido andando, y pensando en el disco de música clásica que lleva D. tres días pidiéndome. Seguro que hay alguno baratillo, de unos 8 euros. Ahora subiré. Pero..., no puedo comprarle el disco a D. y no llevarle nada a L., he pensado al mismo tiempo que pasaba por delante de un maletín de brillos de labios infantiles con sabor a cereza que harían las delicias de mi pequeña ratita presumida. Total, son 5 euros.

Contando la caja de leche que había cogido un minuto antes, por si las moscas, ya llevaba 3 productos en la mano y aún no había llegado al aceite. Corriendo, he alargado mi gacheto-mano hasta el Hojiblanca de oferta a 2'99 y he subido las escaleras hacia la estantería de los discos sin mirar atrás.

La estantería de los discos. Esa gran olvidada. Cada vez ocupa menos espacio en las grandes superficies y cada vez está más escondida, con lo que hay que pasar por muchos sitios antes de llegar a ella. Entre ellos la zona de papelería en la que aprovecho para coger unos lápices, pegamento de barra y unas pinturas de cera que le hacen falta a D. que tiene todo el material escolar (el que no ha perdido), hecho una porquería; y la zona de los libros, en la que mi mano derecha (la izquierda está atiborrada de productos), adquiere vida propia hasta alcanzar el Ensayo sobre la ceguera de Saramago, que aún no lo he leído y ya va siendo hora.

Al final, mi botella de aceite se ha convertido en sí misma más una caja de leche, una tableta de turrón, tres lapiceros, unas pinturas, un estuche de maquillaje infantil, dos pegamentos de barra, un disco de clásicos para piano y un libro. ¡Ah!, y un botellín de agua.

Total: 37,15

Esto es la economía doméstica y lo demás tonterías.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Limpieza General

Otra vez a cambiar el brillo de labios por el delantal
a bajar de la nube en caída libre
a intentar suavizar el golpe
agarrándome fuerte a las cuerdas en las que tiendo la ropa.

Las gotas que recorren mis brazos
parecen lágrimas que enjugo con el paño de cocina.
La realidad se presenta ante mis ojos
sin dejar lugar a las dudas,
como la suma que corrijo.
Fácil, infantil, segura.

Cuando los latidos disminuyen
sólo hay que hacer café
pasar la lengua por los labios
y barrer los pedazos.

Al fin y al cabo
todo se regenera.
Y en Mercadona,
siguen vendiendo bayetas,
escobas,
desengrasantes,
y plumeros
con los que limpiarlo todo
y empezar de nuevo.

martes, 8 de diciembre de 2009

Amores eternos (que duran lo que dura un corto invierno)

No hay mal que 100 años dure, dice el refrán, y además, yo me he vuelto una incrédula. Si hace un año me hubieran preguntado si creía en el amor (en el amor romántico me refiero), habría respondido que sí, que por supuesto. Habría explicado que no sólo creía en el amor, también en que una persona era tu media naranja, el hombre (o la mujer) de tu vida, y que cuando la encontrabas era imposible volver a conocer a alguien que te hiciera sentir algo parecido. Ahora, sencillamente, es que opino que antes creía muchas chorradas.

Esto, como casi todo, tiene un doble efecto: uno positivo y otro negativo, como una ecuación de segundo grado de las que aprendíamos en el instituto.

El negativo, es la falta de ilusión. Si crees que el amor de pareja (y no hablemos ya del eterno), no existe, y que al final de lo que te enamoras es de un sentimiento, de un ideal, de un estilo de vida, etc., es fácil no ilusionarte con nada, y eso, es un poco triste, porque pierdes algo del niño que llevas dentro a cada paso.

El positivo, es que es muy difícil que te hagan daño. Si sabes que cualquier relación tiene fecha de caducidad, seguramente la vivirás con menos traumas y aprovechando cada momento disponible al máximo, y cuando termine, te sentirás menos triste porque, a pesar de todo, ha merecido la pena (salvando casos extemos).

Por eso, y por muchas otras razones, hoy he conseguido lo que parecía imposible. Renunciar a algo que me gusta, ser sincera conmigo misma y hacerlo con una sonrisa. Porque no pasa nada, porque no es eterno, porque todo termina, porque no es para siempre.

jueves, 3 de diciembre de 2009

A SSMM

Queridos y amadísimos Reyes Magos de Oriente:

Ya, ya sé que es muy pronto. Ya sé que todavía falta un mes y un par de días para que lleguéis con vuestros camellos repletos de regalos, pero es que, todos los años me pasa lo mismo. Espero hasta el último momento y luego todo lo que quiero sale en los catálogos pero no está disponible. Así que este año he decidido que no me pille el toro y os escribo ya la carta para ser de las primeras en elegir y no llevarme sorpresas desagradables el día 6 de Enero.

Sólo pediré 3 cosas porque sé que tenéis que atender las peticiones de todo el mundo y no quiero abusar.

Lo primero que me gustaría que me trajerais es esto:


No, no, que no me ha cambiado mi orientación sexual. No quiero a Patricia Conde. Sólo su cuerpo. Y ella que se quede el mío. ¿Por qué Patricia y no otra? Tengo mis razones. No necesito otra cara, ni otra nariz, ni otro pelo, ni otro cerebro. Sólo su cuerpo.

Y dentro del mismo regalo un kit de lavado de cerebro para olvidar que llevo tantísimos años fumando.

Así que el primer regalo es salud. Adiós al sobrepeso y al tabaco, dos de los factores más importantes a la hora de enfermar.

Lo segundo que quiero pedir es esto:
No tiene que ser en forma de árbol, ni tiene que ser tanto que no lo pueda gastar en mi vida, sólo el suficiente para vivir tranquila, para no tener que depender de nadie y para que mis hijos no tengan que depender de nadie. Tampoco es necesario que caiga del cielo a mis manos, no me importa trabajar duro para que el regalo sea entregado.

Es decir, el segundo regalo: Dinero.

Y por último quiero un novio (no pongo foto). Que me dure un año, no quiero que sea para toda la vida. Que sea alto, guapo, con pelo, con dinero, que me quiera muchísimo y que esté pendiente de mí, pero que no sea cursi ni me robe mi espacio. Que sea divertido, que pueda hacer muchas cosas con él, que siempre esté de buen humor y que si tiene algún momento malo no me haga sentirme culpable. Que se pueda devolver si no es el ideal y me den otro de similares características. Que tenga desactivada la opción: "dejar a Ana por otra", y activada la opción: "si Ana me deja, mantendré siempre una relación cordial con ella". Que haga el amor de escándalo, que le guste reirse, salir a cenar, ir al cine, al teatro, a conciertos, viajar, etc.

Este año quiero un novio, pero no para siempre.

Es decir lo tercero: Amor.

Y esto es todo queridos Reyes Magos. No puede ser tan difícil. Ya lo pedían Cristina y Los Stop en su día:



P.D.: Juro que el año que viene pediré por la paz mundial. Palabrita del niño Jesús.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Bonito palabro

Si es que hay que explicarlo todo...

Cocletas: Pasta hecha de bechamel y huevo de gallina clueca.
Poblema: Dificultad surgida en el seno del díario "El poble catalá"
Sapencia: Sabiduría de los sapos.
Nuevecientos: Muchos nueves.
Escandilada: Mujer embobada que se ha quemado.
Tasis: Vehículo público con efectos psicotrópicos.
Diferiencia: Parte diferente a otra en una herencia.
Alcordar: Memoria especializada en nudos y cabuyería.
Bayonesa: Salsa inventada en la localidad francesa de Bayona, que sirve para aliñar la ensaladilla rusa.
Esparatrapo: Trozo de camiseta rota usado para sujetar los vendajes.
Canzoncillo: Calzoncillo con música.
Agüela: La madre de tu madre en la piscina.
Gomitar: Expulsar del estómago y por la boca, goma de borrar.
Ostetricia: Especialidad médica que trata de los embarazos y partos de los huesos.
Diabetis: Enfermedad que surge el día que juega el equipo sevillano.
Indición: Aguja medicamentosa que viaja al espacio.
Nieblina: Hija de niebla, el perro de Heidi.
Abujero: Orificio por el que se cuelan las abejas.
Toballa: Lienzo para secarse al lado de una cerca.
Zanorias: Verduras de color naranja más breves que las normales.
Muchismo: Teoría que defiende la supremacía del mucho sobre el resto.
Almóndiga: Albóndiga :P

sábado, 28 de noviembre de 2009

Que yo prefiero la guerra contigo al invierno sin ti

Todavía me emociono. A pesar de llevar 20 años y haberle visto en recintos grandes, pequeños y medianos. A pesar de vivir los tiempos en los que "Calle Melancolía" era una canción relativamente nueva, a pesar de tener ya 35 años y que mi alma de adolescente esté escondida en algún lugar en el que apenas me atrevo a mirar, todavía me emociono.

Las localidades eran inmejorables. El escaso metro que separaba mi butaca del micrófono de pie al que el flaco de Úbeda susurraba las canciones, como si fuera mi oido, era una distancia lo suficientemente pequeña para distinguir hasta las marcadas venas de su mano.

El que diga que Sabina está acabado, es que tiene mucha envidia. A sus 60 años sigue teniendo una capacidad fuera de lo común para ponerte los pelos de punta, para que los escalofríos recorran tu cuerpo reviviendo los momentos que has vivido con muchas de sus canciones.

Rodeado de sus músicos de siempre. Jaime Asúa, maestro de rock desde que yo aún era una niña que veía a los payasos de la tele, Pedro Barceló, dueño del ritmo, marcador de los latidos del corazón, Antonio García de Diego, guitarrista, teclista y responsable de que la piel se erize al rasgar de una guitarra eléctrica y Pancho Varona, que como dice Sabina, lleva más años con él que John Lennon con Paul McCartney. Los vientos de Josemi y Mara, que parece un ángel con voz de demonio, completaban el equipo.

Yo, feliz. Si no miraba a mi izquierda ni a mi derecha, hubiera jurado que era un pase privado. Que la butaca era el sofá de mi pequeño salón y que Sabina era Él, y me llamaba embustera, juraba que quería que me muriera por sus huesos, y se quejaba de la soledad mientras decía que cuando dormía sin mí, soñaba conmigo.

No puedo contar los recitales de Joaquín a los que he asistido, pero sí, puedo afirmar, que éste, es sin duda, uno de los más especiales.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Pequeñita

Pequeñita. Así es como me siento cuando leo cosas como la que he leído. Una lleva más de dos años aporreando el teclado para intentar decir un montón de cosas en unas cuantas líneas y de repente llega ella y lo hace.

Supongo que tiene mucho que ver que escriba desde el corazón, también que lleva toda la vida pegada a los libros, y también que ella tiene arte natural para esto.

El caso es que me gustaría haberlo escrito a mí, pero como yo no he sido capaz, no puedo hacer otra cosa que dejarlo aquí, para que todo el mundo tenga la oportunidad de disfrutarlo.

Pequeñita. Así me siento. Y orgullosa, porque ella..., Seda, es mi amiga.

martes, 24 de noviembre de 2009

Batiburrillo de martes (y ya van tres)

- El final de Noviembre está triste. Lo poco que me queda, intento a exprimirlo al máximo, pero una y otra vez me encuentro con puertas cerradas. A ver qué tal mañana, según como vaya, sabré si estas navidades comeré jamón o mortadela. Me estoy mentalizando para la mortadela y consolándome pensando que en mi cocina no cabe un jamón.

- Llamada a mediodía. Conversación correcta aunque aún falta mucho para que sea lo que fue. Lo conseguiremos. Estoy segura. Poco a poco.

- Tengo agujetas. No muchas, pero alguna tengo. Habrá que volver a correr para que se pasen (paradojas de la vida).

-Te he vuelto a mandar un mensaje, sólo para darte ánimos, a pesar de que sé que simplemente NO estás. Yo sigo estando, como siempre. Hay cosas que perduran.

- Malas sensaciones a media tarde, y se me nota, se me nota, se me nota. No puedo hacer nada para evitarlo. ¡Maldita transparencia la mía! Sigo pensando qué narices estoy haciendo con mi vida, si este es el camino que quiero seguir. Luego me respondo.

- Siento que algo se agota. No hay más cera que la que arde y me da mucha pena. Ojalá me equivoque.

- Un par de cervecitas con un amigo me despejan la cabeza. Y además aprendo. Siempre aprendo. Así da gusto.

- Volviendo a casa, en el coche, suena una canción por la radio. Dice la locutora que ella murió tal día como hay hace 10 años en un accidente aéreo. Nadie debería morirse en un accidente. Nadie piensa que eso le va a pasar. Ella estaba feliz, cantando, y de repente la nada. No sabemos cuando nos va a pasar, así que toca hacer todo lo posible por disfrutar de la vida. Me respondo. Ya no me siento mal.

- Quizás me ponga una peli, ahora. Me traigo el edredón al salón y me meto en la vida de otros. Me encantaría que estuvieras aquí, debajo del edredón, cogíendome la mano.

- ¿Por qué esta canción? No lo sé.

Moviéndome

Se llamaba (se llama) Yoli. Pelirroja, amante de el rock duro y de Sabina, inteligentísima y mi mejor amiga del instituto. Íbamos juntas a todas partes, y hoy me he acordado de ella.

La he vuelto a ver con la lengua fuera dentro del aula a la hora del descanso intentando fumarnos un cigarro y casi sin poder, después de habernos desgastado para aprobar el exámen de Educación Física de 3º de BUP. El test de Couper.

Creo que fue la última vez que me lancé a correr, por un motivo distinto al de coger el autobús. Y hoy 19 años después, he vuelto a hacerlo.

A ver, no es que todo este tiempo haya estado totalmente sedentaria, he tenido temporadas de 3 meses en el gimnasio. Alguna clase de step o aerobic, algo de batuka, y un intento frustrado de meterme en la sala de fitness, es todo lo que he conseguido hacer. Hasta hoy.

Tenía la necesidad de moverme un poco, porque voy del coche a la silla de la oficina y viceversa, así que me lo planteé. Una buena compañía y un poco de fuerza de voluntad han hecho el resto. Así que me he calzado las zapatillas, he dejado el móvil en casa y me he ido al parque.

Para ser el primer día no me quejo. Han sido un par de kilómetros aproximadamente y luego unas series de abdominales, pectorales y poco más.

El balance que hago es positivo. No me he parado ni una sola vez, cosa por la que no apostaba en absoluto y además luego he disfrutado de la maravillosa sensación del deber cumplido. Repetiré... ¡tengo que amortizar las zapatillas!

Estos no corren, estos saltan, cosa que tampoco está mal.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Aunque tú no lo sepas

Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminado
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.


Luis García Montero.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Calor, cariño y pajas mentales

Tres lunas llenas y tres ciudades tuvieron la culpa.
Las Palmas, Sitges y Zaragoza.

Las Palmas, cálida y agradable,
verde que te quiero verde,
trivial, atardeceres
y dibujos cerca de la mariposa azul.

Sitges, divertida, loca, atrevida.
El chocolate de Marruecos,
las mil playas
y la fideoua a la orilla del mar.
La ventana de los espías,
el templo bendito
y el insomnio por elección.

Zaragoza, mía, cómoda, libre.
Películas, ordenadores y manos atadas
vídeos robados, abrazos
y sonrisas de adiós.

Tres ciudades, un verano.

Mereció la pena, las deudas, están saldadas ;)

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Meme..., a ver si puedo

Lo he visto en el blog de Alhuerto, y no he podido resistir la tentación de hacerlo. No tanto por contar cosas sobre mí, sino por ver si consigo terminarlo y tener respuestas para todo. Voy a por ello.

TÚ…

1. Echas en falta a alguien ahora mismo? Afortunadamente, a nadie.

2. Estás feliz? En general, sí. Aunque me gusta más hablar de momentos felices.

3. Color de coche: Azul.

4. Color de pelo: Castaño

5. Color de ojos: Verde, marrón y gris. Sí, soy rara.

6. Talla de zapato: 41

7. Color de piel: Blanquita

COSAS SOBRE TU VIDA…

1. Has estado enamorada alguna vez? Sí.

2. Crees en el amor? Sí.

3. Te han roto el corazón alguna vez? Sólo una.

4. Alguna vez has roto el corazón a alguien? Sí, y lo siento.

5. Alguna vez te has enamorado de tu mejor amigo? No, del mejor no, pero sí me enamoré de un amigo.

6. Tienes miedo al compromiso? No tengo miedo, pero no quiero comprometerme. No ahora.

7. Alguien te ha besado en la mano? Claro.

8. Has tenido alguna vez un admirador secreto? No lo sé, si lo supiera no sería secreto.

9. Tienes amigos homosexuales? Amigos, amigos de los fuertes ninguno, pero sí conocido, y algún bisexual también.

10. Te acuerdas de tu primer amor? Me acuerdo.

ONCE COSAS

1. Amor o locura? Amor y locura.

2. Cerveza o whisky? Cerveza y Whisky.

3. Noche o día? Noche.

4. Relación estable o rollo de una noche? Ni estable, ni rollo. Me den ustedes más opciones por favor.

5. Solo o acompañado? Generalmente acompañada. Mucho mejor

6. Pepsi o Coca Cola? Coca Cola

7. Cine o libro? Las dos cosas.

8. Dinero o familia? Familia. Pero no veo que sean excluyentes

9. En persona o por teléfono? En persona, por favor.

10. Te lanzas tú o él. Yo

ALGUNA VEZ…

1… Has espiado a alguien? Espiar no, pero buscar información, sí.

2… Hiciste algo de lo que te arrepientas? No. Y eso no quiere decir que no me haya equivocado

3… Has hecho puenting? No, ni tengo intención.

4… Te has enamorado y no se lo has dicho? No.

5… Has querido a alguien como para dolerte? No duele querer, duele que no te quieran.

6… Has matado a un hombre? Ni a una mujer tampoco.

7… Has bailado bajo la lluvia? Emulando a la peli, pero nada más.

8… Has besado a alguien bajo la lluvia? Sí, supongo.

MAS COSAS…

1. En qué estás pensando ahora mismo? En que debería dejar de escribir para ir al servicio. De hecho, voy a hacerlo, ahora vuelvo.

Ya estoy aquí.

2. Cuál es tu sueño? No tengo un sueño en concreto. Disfrutar de la vida.

3. Qué estás haciendo? Hablar por teléfono.

4. A qué estás jugando? A los juegos del facebook.

5. Cuántos contactos de móvil tienes? No muchos, ¿tengo que contarlos?.

6. Alguna vez te ha sorprendido algún sms? Sí. La última vez el 22 de Septiembr e.

7. Tu mejor beso? Bufff. Hay muchos, jo. No puedo elegir. Me quedo con el último.

8. Coche o moto? Coche.

9. Tienes novio? No.

10. Crees en las relaciones a distancia? Creo que tienen su parte positiva, fundamentalmente que la llama nunca acaba de apagarse, porque no tienes lo malo del día a día, pero me parece muy difícil llevarlo.

11. La pareja, ¿mayor o menos que tú? No me importa siempre y cuando le guste conversar.

12. Alguna cualidad que tiene que tener? ¿Esto es como la carta a los reyes? ¿Se puede pedir? Pues venga: conversador, atento, no empalagoso, con iniciativa, divertido y sobre todo, que se muera por mí.

13. Crees en la pareja perfecta? ¿Perfecta? ¡Qué aburrimiento!

14. Estudias o trabajas? Trabajo. Algún día de estos me pondré a estudiar otra vez.

15. De mayor quieres ser…? Yo misma pero más mayor.

16. Te dan paga? Me paga mi jefe que para eso trabajo.

17. Crees en la suerte? Pfff. Suerte es encontrarte un billete de 50 euros cuando estás paseando. No sé si es algo en lo que se puede creer o no.

18. Te conectas mucho al msn? Suelo conectarme, sí.

19. Cuántas personas hay conectadas ahora? 2.

20. Nombre para una isla: Dolandía

21. Nombre para un grupo: Tallac

22. Nombre para un niño: David

23. Nombre para una niña: Lucía

24. Nombre para un perro: Nuka

25. Cantas en la ducha? Canto, en general.

26. Tienes buena memoria? Sí, aunque no para recordar lo que tengo que hacer. Pero tengo bastante memoria.

27. Comida china o italiana? Italiana.

28. Lugar de vacaciones: El que sea, en buena compañía.

29. Has ido a Port Aventura? Sí, varias veces.

30. Has ido a Terra Mítica? No

31. Has ido a Disneyland? No.

32. Has ido a la Warner? Sí.

33. Te gustan las montañas rusas? Desde abajo.

34. Te gusta ir de shopping? Si, pero sólo con determinadas personas.

35. Metro o bus? Mi coche, lo siento.

36. El verde te recuerda a…? Ahora mismo me ha venido a la mente, un semáforo.

37. El rojo? Mi vestido.

38. El azul? A una canción.

39. El negro? A la noche.

40. El blanco? Al un vestido de novia.

41. El adjetivo “asqueroso”? Las cucarachas.

42. La letra “E”? Él.

43. Te gusta pintar? Pfff, es que soy muy mala.

44. Te gusta alguien? Sí.

CUÁNDO FUE LA ÚLTIMA VEZ QUE

-Sonreíste: Hace 3 segundos. Mi hijo no encontraba su cuaderno de caligrafía, le he dicho que estaba en la mochila, él decía que no. Ha traído la mochila y efectivamente estaba ahí. Me he acordado cuando no encontraba los pantalones en el armario y mi madre decía que sí estaban y al final venía y los encontraba. ¡Ya tengo poder de super-mamá! ¿Cómo no voy a sonreir?

- Te reíste: Esta mañana, en el curro.

- Te alegraste: Estoy alegre de normal.

- Lloraste: Joer, no me acuerdo.

- Compraste algo: Pan de molde y nocilla, esta tarde.

- Bailaste: El domingo, en mi casa, con Espe.

- Te enfermaste: Hace un mes tuve bronquitis, traqueitis y laringitis todo a la vez.

CREES…

- En tí: Claro.

- En tus amigos? Sí.

- En Papá Noël? No me queda otro remedio

- El destino: No lo sé, y mira que me lo he preguntado veces.

- En la vida en otros planetas: No.

- En los milagros: No.

- Que se puede ser fiel por siempre: Se puede. Yo lo he sido.

- La astrología: No.

- La magia: No.

- Los ángeles: Que no, ¡leche!.

- Fantasmas: Conozco a alguien que es un poco fantasma, sí.

- La vida después de la muerte: ¡Y dale! ¡Que no!.

PREFIERES…

- Comedia o drama: Comedia.

- Leche entera o desnatada: La leche para acompañar al café. Semi, para toda la familia.

- Flores o bombones: Música o un libro, por favor.

- Amanecer o atardecer: Ambos si son en buena compañía.

- M&M´s o Rocklets: Eso engorda, seguro.

- Pop o Rock: Pop y Rock.

- Dormir tarde o temprano: Tarde.

- Tv o radio: Internet.

- Alto o bajo: Ande o no ande, caballo grande.

- Rubio o moreno: A mi edad, la posibilidad de que sean calvos es muy elevada, así que no voy a ser exigente.

- Luna o sol: Sol.

- Oro o plata: No me gustan las joyas.

- Lechuga o tomate: Tomate y lechuga, pero siempre por separado.

- Amor o amistad: Es lo mismo, pero con o sin sexo, puestos a elegir, con sexo.

- Periódico o revista: Periódico.

- Zapatos o zapatillas: Zapatos de tación.

- Cantar o bailar: Cantar y bailar.

- Verano o invierno: Verano.

- Picassa o photoshop: Picassa.

- Hablas con extraños: Sí, ¿desobedezco a mi mamá?

- Tienes tatuajes: Dos.

- Te gusta tu letra: Sí, me gusta.

- Tienes algún mal hábito: Fumo, eso es muy mal hábito.

- Tocas algún instrumento: Aporreo la guitarra, pero no la toco bien.

- Te gustan las bebidas alcohólicas: El whisky y la cerveza.

- Eres serio o divertido: Divertida.

-Eres simple o complicado: Simple...., eso creo

- Eres maduro o inmaduro: Madura, pero algún comportamiento inmaduro tengo.

– Social o antisocial: Social

- Te pareció largo? Muchísimo

lunes, 9 de noviembre de 2009

Uno, dos y tres.

Uno, dos, tres...
tres segundos antes de besarte.

No digas nada, sólo
¡mírame!
junta tu frente con la mía
siente mis labios sin rozartos.

Uno, dos, tres...

Mi pupila se agranda
mis manos tiemblan
jugando con tus rizos.

Uno, dos, tres...

Mis pezones crecen
mis piernas flaquean
mi respiracion se acelera.

Uno, dos, tres
tres segundos eternos
que no duran nada.

Uno, dos, tres...
tres segundos antes de besarte

Humedezco mi ropa
mientras abro la boca
muy cerca de la tuya

Uno, dos, tres
ya pasó.

De pronto el delirio
de tu boca tocando la mía
de tu lengua jugando traviesa.

Uno, dos, tres...
tres segundos que no duran nada
salvo en el recuerdo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

¡Correeeeeeee que no llegamos!

Son las 7 de la mañana, aunque Sabina canta en mi móvil que son las 6 y que desafina un nido de ruiseñores. Me levanto con menos pereza que otros días porque ayer me acosté temprano. Enciendo el grifo del agua y sigue sin salir caliente. ¡Maldita sea! ¡Tengo que lavarme el pelo!. La vajilla de anoche sigue sin fregarse porque el agua fría no quita bien la grasa. En fin, tendré que recurrir al técnico, luego lo llamo.

Preparo los desayunos, preparo la ropa, y sigo corriendo. Da igual la hora a la que me levante, sean las 7 o las 7 y media, siempre me toca correr. Después de repetir 100 veces: "deprisa que no llegamos", "ponte las zapatillas", "nooo, primero la braga y luego el pantalón" y las 17 frases más que salen por mi boca todas las mañanas, corro hacia el coche con los abrigos medio puestos, las mochilas mal colgadas y sin maquillar. Vamos, como siempre.

Llegamos al cole con tiempo para aparcar en la acera, cosa que es un milagro, normalmente hay que dejar el coche en medio de la calle. Llueve, así que el caos es mayor que otros días. Filas deshechas bajo los soportales y nerviosiosmo generalizado. Y eso que sólo es agua.

Conversación telefónica mientras llego al trabajo, y locura para intentar llegar a vender lo que mi jefe me pide para regalarme una paleta de jamón ibérico de bellota. 5 horas y 770 euros más tarde, salimos del trabajo.

Confesiones a media voz con cervecita incluida y a casa. ¿Ya son las 3? En realidad son ya las 3 y cuarto cuando llego a casa. Me como dos croquetas que mi madre me ha dejado en la nevera y me dispongo a fregar.

No puede ser. Llama papá para preguntar si sus operaciones en la caldera han funcionado y si el agua caliente sale por fin caliente. Lo compruebo. Perfecto, sale caliente.

15 minutos y varias explicaciones técnicas acerca de las calderas después, busco un número de teléfono en internet. Llamo y me contesta una argentina muy amable. Quedamos el jueves que viene. De acuerdo. Ahora sí, me voy a fregar, pero en ese momento llama mi hermana. Su ordenador no funciona bien. Lleva ya días así. Vuelve a contarme lo del "MTP Device", pero mi imaginación no es tan poderosa. Le aconsejo que haga una copia de seguridad y formatee, o mejor aún, que se compre otro. Parece que tiene ganas porque quedamos el sábado para ir a mirar uno.

Voy a fregar por fin, pero miro el reloj y ya son las 4 y media, así que me toca salir corriendo hacia el cole. ¡Mierda!, ¡la merienda! No tengo tiempo de preparar nada, así que hoy toca bollycao o similar. Me voy pitando.

A las 5 salen los niños. Cambio de ropa y corriendo al entrenamiento, pero antes tengo que pasar por el DIA %, me da tiempo, aún faltan 10 minutos. Mientras espero a que la cajera se digne a cobrarme, mis chicos discuten acerca del nombre del aparato genital femenino. Todo el mundo me mira..., ¡y yo con estos pelos!

Llego tarde al entrenamiento, dejo al chico y me voy con la niña a tomar un batido. Ella, claro. Yo, un café. Subo la compra a casa y por fin me pongo a fregar. Cuando termino, ya son las 6 y 25. Otra vez a correr. Afortunadamente llego 30 segundos antes de que salgan los chicos del entrenamiento. Voy a buscar las mochilas al coche, luego a casa y por fin me siento.

¡Estoy harta de correr!

Por cierto, me voy a preparar el baño y la cena, que se me echa el tiempo encima.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

A veces...

A veces quisiera tener boquita de piñón en vez de lengua de serpiente, cinturita de avispa en lugar de caderas en las que no se pone el sol y modales de princesa en lugar de pasión por comer con los dedos.

A veces me gustaría ser menos descarada, hablar cuando me lo piden y callar si no se aguarda mi respuesta. Me gustaría saber estar con pose firme y decente, no salirme de la norma, no bailar subiéndome la falda.

A veces me gustaría no pedir cuando quiero algo, sino esperar pacientemente a que alguien me otorgue su atención. Me gustaría ser una sufridora, callada, tímida, modesta.

Me gustaría también ser "tontita", porque esas son las más listas. Conocer las estrategias para conseguir mis objetivos, y llevarlas a cabo fría y duramente.

Pero no puedo, porque mi boca me delata, mi cuerpo habla por mí, mi impaciencia me hace querer llegar a la meta antes de oír el pistoletazo de salida y mi impulsividad me hace tirarme a una piscina sin agua.

A veces, me gustaría ser mujer florero:



Video: Ella Baila Sola - Mujer Florero

martes, 3 de noviembre de 2009

Lava, cose, llora y ríe...

A veces le echo de menos.

Hoy especialmente, pero casi todos los días un poco. Ni cada día más, ni cada día menos. No hay medida.

No echo de menos la vida cómoda, ni la rutina axfisiante que sabe qué va a ocurrir al siguiente segundo, y al siguiente, y al siguiente. A veces, simplemente, le echo de menos a él.

Echo de menos la forma que tenía de hacerme reír, a carcajadas hasta hacerme llorar y también sus paellas de los sábados. A veces le echo de menos. Sólo a veces.

Supongo que es cuando la soledad, no la buena, sino la mala, aprieta tanto que hace que el cuerpo tenga que explotar por alguna parte, normalmente por los ojos, en forma de lágrimas. Quizás tenga que ver también, el hecho de que ya haya pasado un año y medio y mi vida sea medianamente estable. Supongo que todo tiene su proceso.

Al principio, la emoción de la libertad recién adquirida, sobre todo en la toma de decisiones, lo que da una inmensa sensación de poder. También la locura que se genera, las ganas de vivir la vida, la prisa por hacer todo lo que quieres hacer sin pararte a pensar si realmente quieres hacerlo de verdad. Y eso que mi proceso no ha sido en absoluto loco, al contrario, ha sido más bien pausado.

Lo dicho, que a veces, le echo de menos, o al menos, echo de menos su voz, cuando compartiendo una película al otro lado del sofá llegaba hasta mis oídos. ¡Ana! ¡Que te estás durmiendo!



Vídeo: Nana Mouskouri canta "Soledad"

Nota: Ya sé que este post contrasta demasiado con el de hace sólo dos días. Supongo que estoy condenada a ser una mujer de extremos. Quizás porque la vida también es de extremos.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Doble vida

Desde la habitación de al lado escucho que en la televisión ponen una película que ya he visto. Bueno, la oigo pero no la escucho. Contemplo las luces de la noche, y los libros apilados en la encimera, mientras estoy sentada en una cama apretando la mano de un chico rubio preocupado por el medio ambiente y lector compulsivo pese a su edad. Sonrío.

Es impresionante cómo se puede disfrutar de dos vidas tan diferentes. El amor se explande por los cuatro rincones de esta habitación, y no de menor manera por los de la habitación de al lado. Es tiempo de cocinar con cariño, de estresarme por memeces, de ir corriendo a todas partes, de reirme con sus diabluras, de querer sin medida.

Por otra parte, al cerrar los ojos, no puedo evitar recordar cómo se sube a los cielos mientras suena "The first, my last, my everything", de Barry White. Atrás quedaron mis tiempos de pitonisa. De vino y y siestas hasta el anochecer. Necesitaba un parón. No es conveniente correr demasiado cuando no conoces el destino.

Soy feliz. Tengo un libro que terminar, mucho amor que ofrecer y tengo a Barry White. ¿Qué más se puede pedir?

jueves, 29 de octubre de 2009

De cines, multas y amantes.

Son las 11 de la noche cuando salimos del Palafox. Espe, todavía con los ojos llorosos, yo, impasible, sigo siendo incapaz de llorar con una película.

Recorremos las calles de Zaragoza comentando la película y rezando entre dientes para que el chico de la zona amarilla no haya dejado un papelito en el limpiaparabrisas de mi fiat punto.

La culpa es del cambio de hora, no nos hemos dado cuenta de que aún eran las 7 de la tarde cuando hemos aparcado, porque ya era noche cerrada, así que el cine me puede salir por un pico.

Debatimos sobre comer algo o no, con sentimiento de culpabilidad, ya que debería bastar con las palomitas que nos hemos metido entre pecho y espalda mientras una mano acariciaba el pie de Hipatia cuando dormía. Aún así estamos apunto de entrar en un bar de la calle Albareda, pero yo desvío la atención de Espe diciendo que es demasiado. Que mejor un pincho en algún sitio.

Todo está cerrado, y tengo ganas de llegar al coche para respirar tranquila, cosa que hago nada más verlo. Entonces me animo -¡comamos algo!, pero no hay nada abierto, así que decidimos que el destino ha hablado y nos montamos en el coche.

Salimos por la calle Pizarro, giramos en Hernán Cortés, recorremos el Paseo de Pamplona y la Gran Vía hasta volver a girar por la calle Dato. Entonces lo vemos. Se llama "La mostaza", nombre que Espe dice que es tremendamente sugerente pero que a mí no me lo parece. Pongo el intermitente y freno más bruscamente de lo normal porque hay un sitio en la puerta, lamentando tener que dejar mi cita con Marquitos para otra ocasión.

Mientras aparco escucho los gritos del motorista de detrás, aunque no los entiendo, y veo por el espejo retrovisor cómo gesticula su acompañante.

¡Marca antes! - Gritan ambos.
¡Mantén la distancia de seguridad! - Grita Espe.

Ya en el bar y con un perrito caliente en la mano, ella me expone su teoría: La chica que iba de paquete es su señora esposa, está claro. Si hubiera sido su amante el chico tendría mejor humor. Ella sólo le hubiera regalado sonrisas. No le habría dicho lo mal que se habían portado los niños, ni le reprocharía noche tras noche sus ronquidos, ni nada por el estilo. Está claro, si hubiera sido su amante, habría tenido mucho mejor humor y no me habría gritado de esa manera.

Y de todo esto hablamos, mientras salen bocadillos en un bar lleno de hombres sólos. Hombres que cenan tarde, hombres que miran el periódico de reojo mientras mastican la hamburguesa. Hombres que en muchas ocasiones a lo largo de la historia no han sabido reconocer la sabiduría y el valor de mujeres como Hipatia. Hombres que no saben lo que se han perdido.

martes, 27 de octubre de 2009

...



¿Cómo
se consigue
tener los pies
en el suelo
sin dejar
de volar?

jueves, 22 de octubre de 2009

Como una losa

Eran las tres de la madrugada cuando cerraba los ojos y lo hacía aún con la losa encima. Sí, esa que me cayó, sin comerlo ni beberlo y cuando menos lo esperaba. Y es que esas, son las que más pesan.

Es una putada darte cuenta de algo que ya sabías pero que estabas intentando no admitir. Cuando tienes la certeza de cómo son las cosas, todo se desmorona, porque no has conseguido engañarte.

Y estamos en el camino para arreglarlo, además de en muchos frentes más, como el trabajo que está fatal y algún que otro trastorno sobrevenido que me ha dejado un poco rota.

Si lo miramos desde el lado positivo, la información da poder, y una vez que tienes el poder, puedes elegir. Así que ahora a elegir toca.

¡Con la pereza que da! XD

Una canción para alegrar el día, porque el viernes me voy a ver a La cabra.

jueves, 15 de octubre de 2009

Y dije: ¡basta ya!

"Mata más gente el tabaco que los aviones"

Lichis - Felicidad

Llevaba más de un mes y medio tosiendo, bueno, creo que llevaba tosiendo desde Abril del 2008, solo que a temporadas más y a temporadas menos. Hacía siglos que no conseguía cantar una canción sin que se me notara la voz ronca y tenía muchos otros síntomas. Sin embargo el último mes y medio fue horrible.

El último mes y medio era de tos constante, que provocaba un dolor de cabeza casi constante. La traqueitis de todos los años - pensaba yo. Y en efecto, lo era, la misma de todos los años menos el año que estuve sin fumar. Cada otoño lo mismo, pero esta vez más fuerte todavía.

El día del Pilar fue horrible. Me desperté, muy temprano, alrededor de las 6 de la mañana para vestirnos de baturros todos. Como todos los días me preparé el café con leche y tuve que hacer el esfuerzo de turno para poder fumarme el primer cigarro de la mañana. El esfuerzo consistía en limpiar la tráquea para que el humo pudiera pasar bien. Para ello, expulsaba el aire fuertemente varias veces, mientras oía roncar la tráquea y los bronquios y luego tosía. Aún así, el primer cigarro me hacía daño, pero el segundo ya no, así que no problema.

Aquella noche había dormido 5 horas y luego me llevé a los niños a la ofrenda. Estuvimos al sol y al aire durante unas horas y luego fuimos a tomar vermut y a comer en familia. Un día dura. Los días de fiesta suelen ser días duros. Son días en los que apenas has dormido y sin embargo toca estar en pie y con la cara contenta. Para colmo, me vino la regla, y yo cuando tengo la regla, siempre me duele la cabeza. Bueno, menos cuando no fumaba.

A las 5 de la tarde mi cabeza no aguantaba más, y a las 6 me fui a la estación a tomar una coca-cola con Eva. Salimos a la calle a fumar, por supuesto, en una estampa cómica. Yo casi llorando por el dolor de cabeza que no me dejaba casi ni andar y me provocaba ganas de vomitar, y tosiendo por mi traqueitis estacional, y fumando. ¡De locos!

Ese día a las 8 y media de la tarde estaba en la cama, y el día siguiente me levanté muy bien, pudiendo fumar y todo desde el primer café. ¡Qué lujo! Además, aún no podía cantar ni una nota baja, pero ya se me escuchaba al hablar, no tenía que hacerlo en susurros.

A las 11 llamé a mi madre para que me contara qué le había dicho la pediatra. Mi hijo de 6 años llevaba unos días tosiendo mucho.

"Tiene una bronquitis de caballo" - diagnosticó Josefina.

No sé qué pasó entonces. Debió ser la gota que colma el vaso. Sin comerlo ni beberlo, sin haberlo planeado, cogí mi paquete de Nobel recién estrenado y le dije a mi compañera de al lado: todo tuyo. Acabo de dejar de fumar.

Al día siguiente fui al médico yo. Laringo-traqueitis y bronquitis. Todo en uno. Una inyección de cortisona para arreglar la laringe (todavía no está bien, de hecho, aún no canto ni una nota), un jarabe para la tos y unos sobres. Cita en 20 días.

Y estoy contenta. Porque no hay mal que por bien no venga. Porque no fumo. Y usted que lo vea.




martes, 13 de octubre de 2009

Compro jaula para mi mono


Compro jaula para mi mono. Que sea de barrotes rígidos y con puerta de jaula blindada. O acorazada, mejor aún, que creo que han sacado unas nuevas a prueba de todo.

Compraría una pistola para cargármelo directamente, o un cañón que seguro que es más efectivo, y dispararía contra él emulando a Agustina de Aragón. Pero el problema es que mi mono es mío, y aunque es feo y antipático, le tengo cierto cariño.

Bueno, no, no es cariño. Es simplemente que quiero ver su cara de mono, mientras me río de él. A veces, puedo ser muy cruel.

Lo dicho, que compro jaula y que pago rápido y bien. Interesados, ya sabéis dónde encontrarme.

Queríendome desde hace 14 horas.

lunes, 5 de octubre de 2009

Mis tesoros


Un portatil nuevo.

Un secreto inconfesable.

Un proyecto ilusionante.

Una bala en la recámara.

Unos zapatos de salón.

Un amigo como pocos.

Una comida pendiente.

Una visita cercana.

Un vestido negro nuevo.

Un disfraz de pecadora.

Una sonrisa dispuesta.

Un libro, dos corazones.

Una canción y mil sueños.

martes, 29 de septiembre de 2009

300

Parece mentira que una indisciplinada como yo haya conseguido sentarse a escribir 300 veces en el mismo sitio, pero así es.

Creé este blog en Marzo del 2007 y he tenido temporadas. Algunas de escritura compulsiva, en las que no me importaban las formas ni lo que decía, sino sólo vomitar todo aquello que me sucedía. Otras, más tranquilas y reflexivas.

Varias veces estuve a punto de cerrarlo, y varias veces hubo amigos que me lo quitaron de la cabeza, sobre todo Kriss, y también Jose. Tenían razón. No hay mal que cien años dure y me hubiera arrepentido.

Por aquí pasa gente que nunca escribe, como Marta (mi hermana), Mariajo o Pilita, y gente que siempre dice algo (cada vez menos, por culpa del facebook). A todos ellos, gracias por soportarme, por leerme, por reiros conmigo a veces e incluso por llamarme preocupados por mí tras alguna entrada.

Os tengo que confesar algo. En todo lo que escribo hay algo de verdad, pero también algo de mentira. Se exageran los sentimientos, tanto los positivos como los negativos, y siempre intentamos mostrar lo que queremos en ese momento.

Si tuviera que quedarme con una entrada sería con esta: 11 de agosto, pero no tengo que hacerlo así que supongo que todas me valen, porque han representado de una manera mi estado de ánimo.

Bueno, que el que quiera está invitado a la fiesta, yo pongo el vino, el que venga que traiga algo, que la crisis aprieta. Los que me leéis desde el facebook, pinchad en este enlace porque si no, os perderéis la oportunidad de escuchar la música elegida para la celebración.

Lo dicho. Gracias y mil besos.

Casi 300

Vamos, tantas como 299. No os perdáis la siguiente. Habrá celebración por todo lo alto. Tarta, cava, pasteles, café, té, manzanilla, agua fresca y todo lo demás.

De momento dejo el trailer de casi 300, película que no he visto y que no tengo previsto ver. Tampoco he visto 300, por cierto, y eso que me la han recomendado para alegrarme la vista, pero todavía no me ha apetecido.

Mañana la fiesta. Lo prometo.

Gracias a los que seguís viniendo por aquí a pesar de la comodidad del facebook.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Otoño


El otoño se presenta con la ropa tendida enredada entre las cuerdas.

Hoy cierzo.

Mañana lluvia.

Del calor intenso a la bufanda de lana en menos de 8 horas.

¿Por qué no se han caído las hojas mamá? Ya es otoño y yo aún las veo en los árboles.

Pero es otoño. Tiempo de melancolía.

Sin embargo, también es tiempo de comienzos.

De álbumes de cromos casi vacíos.

De colecciones que sólo se empezarán.

De gimnasios que durarán un mes y medio.

¿Será también el comienzo de otras cosas?

Dudas.

Bienvenido Otoño.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Un pequeño golpe


Sólo ha sido un pequeño golpe con pocas consecuencias
unos cuantos cd's saltando en mis pies
y algún papel volando por el coche.
Pero me ha arrancado el velo de los ojos
y me ha obligado a sacar la escoba.
Para retirar las telarañas de la culpabilidad
y barrer el polvo de la mala conciencia.
Así, he puesto sábanas limpias
y me he vestido con mi mejor perfume.
Porque es tiempo de disfrutar,
mañana, quizás sea demasiado tarde.

martes, 15 de septiembre de 2009

Comala y Macondo

Volvía de Barcelona, de un fin de semana estupendo en buena compañía y con buena música. A pesar de que sabía que no debía hacerlo, me fui en el AVE, gastando más dinero del permitido, por si llegar a la hora de la siesta me proporcionaba un café que el alma anhelaba. No fue así.

Para compensar, el regreso fuen en un tren viejo, lento, lentísimo, de estos con un estrecho pasillo a un lado y compartimentos axfisiantes al otro.

Tenía una extraña sensación de tristeza, aunque me avergonzaba reconocer que estaba decepcionada por gastar mi viernes en paseos estúpidos hasta que Marta saliera de trabajar.

Te llamé y te pregunté su teléfono. El de ella, aunque me daba igual hablar con ella que contigo, siempre ha sido así. Sólo necesitaba una excusa para salir de aquel compartimento claustrofóbico y distraer a la tristeza charlando de vanalidades.

Cuando colgamos, me acerqué hasta el vagón-cafetería. Había 6 mesas, todas ocupadas. Mi dirijí hacia una en la que un chico de unos 30 años, así, a ojo, leía un libro, y le pregunté si le importaba que me sentara.

Mientras él leía y suspiraba, mostrando así lo que le aburría la lectura, yo hacía lo propio cuando las letras no encajaban en los cuadraditos del autodefinido. Acabamos cambiando su "Pedro Paramo" y mis pasatiempos por una charla muy amena.

Antes de ayer, me preguntabas si sabía por qué en "Peces de Ciudad", Sabina nombraba Comala y Ana Belén Macondo. Yo no lo se, pero no deja de ser curioso que se llamara Gabo, el chico del tren que intentaba leer "Pedro Páramo".



Vídeo: Pancho Varona, canta Peces de Ciudad.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Contradicciones


Es una lástima que mis talones agrietados disfruten caminando descalza, y que mi espalda no haya sucumbido a los efectos nocivos del sol. De no haber sido así, tendría una excusa.

Es una lástima que mi piel aún sea sensible a las caricias, y se erize el vello al contacto con el viento, con el agua o con otra piel. De no ser así, tendría una excusa.

Es una lástima que las lunas llenas, casi seguidas, lo iluminen todo y engrandezcan el alma. De no ser así, tendría una excusa.

Es una lástima que existan los elementos, los veranos llenos de sonrisas, Jack Johnson, la cal de las paredes, el templo bendito y el chocolate. De no ser así, quizás mis pensamientos no serían tan contradictorios.

martes, 8 de septiembre de 2009

Cambio Radical cumple 45727 visitas


Cambio radical, tu blog amigo, cumple 45727 visitas, y lo celebra por todo lo alto. Diréis, qué número más extraño. Pues uno como otro cualquiera: una unidad inferior a 45728 y dos superior a 45725, y es que el Sr. Sonfór es así, y hace lo que le da la gana.

Os animo a todos a pasaros por su blog, a leerle con atención, a invitarle a cava, refrescos varios y vino tinto. También podrías dejarle unas cigalas, por ejemplo, aunque ignoro los gustos curinarios de D. Harry.

Desde "Y yo con estos pelos", levanto mi copa para brindar por ello, y así le ayudo a su estudio sociológico, emulando a Mercedes Milá.

¿Que por qué le leo? Porque me divierte. Simple y llanamente. Hacedlo y no os arrepentiréis.

Chín, chín.

martes, 1 de septiembre de 2009

Gracias por su visita

Con miradas cómplices,
sin silencios incómodos.
Con canciones y bailes,
sin secretos.
Con letras y letras,
sin exigencias.
Con sonrisas y fotos,
sin apenas dormir.
Con una canción,
sin nada de voz.


domingo, 23 de agosto de 2009

Y yo con estos pelos...

Todo el mundo tiene derecho a tener un día tonto, y como dice una buena amiga, no pasa nada, lo importante es no regodearse.

Hoy lo tengo yo. Quién sabe por qué razón. Quizás porque estamos en fechas, porque recuerdo exactamente dónde comí y con quién el 30 de Agosto del año pasado y porque ese día, sin ser ni el mejor ni el peor de mi vida, sí que fue el final de algo, y parece que siempre conmemoramos los finales, a veces, más incluso que los comienzos.

Así que hoy, después de una tarde en casa con amigos, después de cenar, después del café, me he sentado y me he puesto un poco tonta. Incluso me he regodeado un poco desoyendo los sabios consejos de mi amiga de los mil nombres.

Lo mejor de los finales, es que dan pie a buenos comienzos, y aquel 30 de Agosto comenzó una fase creativa en mí como nunca la había tenido. Lo que salió de todo aquello, allí está, guardado en un cajón, y quién sabe si saldrá algún día.

También yo he cambiado mucho, he pasado por muchas fases, estando ahora en una bastante buena, y todo me ha servido para aprender, que es para lo que estamos en esta vida: para disfrutar y para aprender (nota por si me lees: hago los deberes).

Bueno, que cierro aquí la tontería por hoy, poniendo una canción... 2 minutos y 50 segundos más para regodearme. Comienza la cuenta atrás.

martes, 18 de agosto de 2009

Miedo a... ¿aterrizar?

Voy en un avión, asiento en pasillo, como siempre, ya se sabe que todos tenemos nuestras manías. En el asiento justo delante de mí va mi marido, y al otro lado del pasillo, a mi altura mis dos hijos. Bueno, es su asiento, pero no están, van por el pasillo corriendo. No, van por el pasillo del avión en bicicleta.

De repente me doy cuenta de que llevamos un rato descendiendo, supongo que estamos llegando a Madrid; lo raro es que el piloto no ha avisado, y tampoco se ha encendido la luz que indica que debemos abrocharnos el cinturón. Yo, por si acaso, que ya se sabe que mujer precavida vale por dos, grito intentando que vuelvan mis niños con sus bicis, y se sienten.

No les veo, es como si el avión hiciera curva y no se viera el final, o quizás es que se han metido en primera clase, vaya usted a saber. Pero sí, espera, por ahí llegan.

-Venga chicos, a sentarse y a abrochase el cinturón, que llevamos 20 minutos a unos 50 cm del suelo. Que raro ¿no?, vemos todo como si ya hubiéramos aterrizado pero yo no he notado el impacto de las ruedas contra el suelo. En fin, que se sienten.

Se sientan, y uno me da la mano a mí, y el otro a mi marido. De repente, el avión, comienza a ascender, bruscamente, tanto, que damos vueltas y vueltas en el aire. Yo pienso: ahhh, esto es la muerte, y sigo con los ojos cerrados (¿cuándo los había cerrado?). Siento paz y miedo a la vez, y abro los ojos. Veo de golpe una televisión y el techo de casa de mi madre. Vuelvo a cerrar los ojos, ya no tengo miedo y el avión está descendiendo suavemente. Ahora sí que vamos a aterrizar.

No llegamos a hacerlo. Me despierto.

¿Qué narices significa este sueño? ¿Alguna sugerencia? A mí, sólo me ha recordado esta canción:

viernes, 14 de agosto de 2009

Andreíta, Marijose y la canguro.

10 de la noche. Me siento a cenar y enchufo la tele. Está en Tele 5. Supongo que es la última cadena que estuvo puesta ayer, porque hoy no he encendido la tele en todo el día. En lugar de Camera Café, aparece en un primer plano Belén Esteban. Cambio inmediatamente.

Mientras veo el baloncesto en La Sexta, pienso en la frase que he leído en la parte inferior de la pantalla mientras el mando se decidía a hacerme caso (malditas pilas): "Maria José dejaba a Andreíta con una canguro porque no la quería".

Alucino con la frasecita. No por nada, simplemente porque jamás se me ocurriría acusar a la novia de mi ex, de dejar a mis hijos con una canguro. Si acaso, si me pareciera mal, acusaría o pediría explicaciones a mi ex, que para eso es el padre de las criaturas y el responsable último, junto conmigo, de su educación y bienestar.

Supongo que la sociedad, no ha superado aquello de los roles femeninos-masculinos, y sigue pensando que la responsable del cuidado de los niños pequeños ha de ser, sí o sí, y únicamente la mujer.

Cada vez estoy más convencida de que a las mujeres nos han engañado con esto de la incorporación de la mujer al mundo del trabajo. No porque yo no quiera trabajar, sino porque no cambiamos una cosa por otra, es decir, sumamos. Nos venden la moto con la realización personal, cuando es mentira que las mujeres que únicamente trabajan en casa, no estén realizadas. Las hay que pintan cuadros, que escriben relatos, que hacen tai-chi, danza del vientre o estudian inglés, y todas esas actividades contribuyen a su realización intelectual, o simplemente a pasar un buen rato.

No sé, creo que todo esto está mal planteado desde el principio, y estoy segura de que la igualdad no llegará, hasta que la incorporación de la mujer al mundo del trabajo, no venga acompañada también por una incorporación del hombre a los roles típicos femeninos..., o como se suele decir: o jugamos todos, o rompemos la baraja.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Yo, mi, me, conmigo

Imagina que estás con un hombre en momento íntimo, y te dice que no eres su tipo..., automáticamente te vistes.

Imagina que alguien a quién quieres te dice que tu sonrisa no es bella..., automáticamente pones cara seria.

Imagina que acabas de acostarte con un hombre y se va corriendo al servicio..., automáticamente te sientes sucia.

Imagina...

Imagina que te miras al espejo y de repente te gustan los 15 kilos que te sobran.

Imagina que te maquillas poco porque no quieres esconder tu nariz.

Imagina que te quieres.

¿No es fantástico?

Imagina...

martes, 11 de agosto de 2009

Estado contemplativo



Estoy sentada en una roca en Tamadaba, en silencio, mirando al frente y fumando un cigarro. Frente a mí, el sol, amarillo intenso, se deja observar y no duele. Justo debajo de él, recibiéndole, la majestuosa silueta de la isla de Tenerife, presidida por la montaña perfecta; no, por el volcán perfecto, un Teide que yo observo prácticamente equilátero.


Alguien que no conozco, comenta que Tenerife es la isla más bonita, pero que Gran Canaria tiene las mejores vistas. Supongo que es tinerfeña, porque las dos afirmaciones son básicamente la misma.


Yo, lo único que sé, es que mis ojos están contemplando el atardecer más bello que jamás he visto. El sol sigue escondiéndose tras el volcán, y debajo, le espera un mar inmenso tapado casi en su totalidad por otro: el mar de nubes.


Si las miras bien, - las nubes - parecen ovejitas, todas en fila que avanzan lentamente una tras otras, despacio, sin dejar el rebaño. Si te fijas mejor, ves las nubes pintadas por un niño pequeño, con sus bordes blancos de algodón y el interior de un azul bellísimo. El pinar, verde intenso, y el sol, ya escondido, tiñe de naranjas y rojos las líneas paralelas al horizonte. Es un festival cromático.


Cena rápida de sanwitch, zumo y queso para ir corriendo a la roca de la cobertura. La luna, casi llena hoy, todavía no ha aparecido y aún nos permite disfrutar de la oscuridad de la noche para contemplar las estrellas. Tumbados, vamos identificando las más fáciles: osa mayor, osa mayor, y hay quien se aventura a reconocer el cinturón de Orión.


La conversación va de lado a lado, tocando todos los palos: desde la existencia de Dios, hasta la realidad de lo que estamos viendo, pasando por temas mucho más vanales.


Observo, fumo, converso. La luna aparece y nos obliga a apagar las linternas para contemplarlo todo con su luz. Es hora de volver, tumbarse y cerrar los ojos. Mañana será otro (gran) día.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Harta ya de estar harta

¿Qué hago yo aquí?

Son las 2:02 de la madrugada, y debería estar durmiendo porque mañana tengo un día lleno de cosas que hacer, pero aquí sigo, sin poder ni siquiera levantarme del sofá para recorre los escasos metros que me separan de la cama.

Esta semana, estoy como el título de mi blog..., con estos pelos. Creo que voy a cambiar el texto del encabezado, en el que pone que no me sorpenden las personas, sino las situaciones, porque sí: las personas también me sorprenden.

Quizá yo sea distinta al resto del mundo, quizá yo soy el bicho raro. Sí, debo serlo, porque si no, no se explica que esté a estas horas viendo a Ruiz Mateos en la tele y escribiendo en el blog.

Ayer fue un buen día. Un día divertido. Me reí. Me reí mucho. Supongo que la ironía de Eva, las frases de sentencia de Carlos, la conversación telefónica con Jose, la comida con Rosa, ayudaron a eso. Hoy, bueno más bien, ahora, todo es distinto.

Supongo que mañana será mejor. No, no lo supongo, lo sé. Llevo conmigo "La hija del Caníbal" y "Cien años de soledad" - sí otra vez. También llevo un cuerpo lleno de puntos rojos por culpa de la cera, un par de bikinis y pantalones cortos y muchas ganas.

Solemos tener la mala costumbre de desear felices vacaciones a los demás cuando nos vamos, en lugar de cuando ellos se van.

Os dejo con una canción. Vuelvo en un segundo.

miércoles, 29 de julio de 2009

¿Cómo rebajar el calentón?

Panda de marranos. Seguro que estáis esperando un post caliente, y lo es, pero no de ese tipo de calentura, sino de otro. Me explico:

Resulta que hace como dos años y un mes aproximadamente (que cosas tiene esto de las garantías de los equipos), me compré un portatil HP Pavilion 6000. No era el más barato del mercado. De hecho, elegí ese por varios extras que llevaba, como una conexión SPDIF que haría sonar mi música, películas y demás en 5.1 conectándolo a mi ex-home cinema, entre otras cosas.

Los problemas comenzaron bastante pronto. Pronto comenzó a emitir dos pitidos cortos y uno largo que hacían que windows no arrancase, pero no lo hacía siempre, así que esperé. Investigué un poco por internet, y descubrí que era un problema de fábrica y que me lo arreglarían gratis (estaba en garantía). Me cambiaron la placa base. De esto hace menos de un año.

Luego comenzó a no reconocer la tarjeta de red. Y a pesar de que el interruptor estaba on, la lucecita del wireless, seguía naranja en lugar de azul, y por supuesto no me reconocía ninguna red.

Pero lo mismo, pasaba de vez en cuando, muy de vez en cuando, el problema es que ahora pasa siempre que enciendes el ordenador. Menos cuando no pasa.

Me he puesto a investigar, y en todos los foros dicen que HP lo arregla cambiando la placa base. ¡Pero si me la cambiaron hace menos de un año!

Ayer por fin, encontré a un tío que contaba algo de que los portátiles de esta marca están mal diseñados. La disposición de las tarjetas en su interior, y el hecho de que sólo cuenten con un disipador de calor, hace que todo se recaliente y comiencen a fallar cosas. Solución, enfriarlo. ¿Cómo? Pues dejándolo descansar varios días o viviendo en una zona no muy cálida. Es decir, en Zaragoza, no.

He decidido comprarme un adaptador de estos usb, para no tener más problemas, pero anoche, dejé el portatil encendido para no perder la lucecita azul que me había costado tanto conseguir.

Esta mañana, a las 7, me he despertado, he salido al salón, y el maldito se había reiniciado, cosas de windows. Por supuesto la lucecita estaba naranja, así que me he dicho. A grandes problemas, grandes soluciones, y he hecho lo siguiente:


A las 8, lo he sacado, lo he encendido, y oye, manica de santo. Tecnologías a mí, ¡ja!.

lunes, 27 de julio de 2009

Insonmio


Una gota de sudor recorre mi nuca recreándose en cada centímetro. El aire cálido del verano entra por la ventana y juega con ella, erizándome la piel. Vuelvo a cerrar los ojos. Una sensación de mareo, como si bajara por una montaña rusa, nace el la base de mi estómago y sube hasta mi boca. Mojo mis labios con la lengua. Tengo insonmio.

No puedo dormir, pero te veo, así que quizá estoy dormida, y esto es un sueño. Mis párpados se resisten a permanecer cerrados, así que abro los ojos y te desvaneces. Te escurres entre mis dedos, pero mis yemas aún te notan.

Me levanto, bebo agua, me fumo un cigarro. Son las dos y media de la madrugada. Abro la puerta de la terraza de la cocina, y el aire se hace más intenso.

Sonrío. Al fin podré dormir.

domingo, 26 de julio de 2009

Con la puerta en las narices

Cuando una toma decisiones que le cambian la vida, descubre muchas cosas. Una de ellas consiste en saber quién está dispuesto a apoyarte en los momentos duros y quién no. Y la verdad, es un alivio saberlo, si bien tienes que tener una alta dosis de tolerancia a la frustración, porque si no, estás apañada.

Aprender a perder no es fácil. Está muy bien la máxima deportiva que dice que lo importante es participar, pero lo que es cierto es que a todo el mundo le encanta ganar, y a mí, la primera.

De un tiempo a esta parte, y quizá por mi mentalidad de niña caprichosa (dicho esto no en tono despectivo, sino que cuando tengo hambre pido pan, y cuando tengo sed pido agua), he tenido que comerme muchos "NO", que he soportado como he podido. Algunos se han dicho de frente, otros de forma un poco más sutil, y otros simplemente dando la callada por respuesta, pero todos han provocado en mí un efecto, que podría haber sido devastador si no hubiera puesto freno a los sentimientos en ese momento.

Lo bueno de aprender a perder, es que la victoria es más dulce, o no, quizá ese es el consuelo de los perdedores, pero quiero pensar así.

Hoy me he llevado la última. Una puerta cerrada que a mi juicio debería haber estado abierta, pero claro, supongo que mis circunstancias no son las mismas que las de la otra parte y tengo que entenderlo. Y lo entiendo, pero jode.

Una canción que llevo todo el fin de semana tarareando: