Parece sencillo, cada persona tiene un nombre, y por ese nombre le llamamos, pero no lo es tanto.
Como todos sabéis (y si no lo sabéis os lo digo yo), mi apellido es Beguería. Según una profesora que yo tenía y que anduvo investigando sobre él, Veguería era todo el territorio del señor Veguer, que no sé muy bien exactamente quién era. Pero mi apellido se escribe con "B" y supongo que será porque es de origne vasco (aunque yo no tengo que sepa antepasados vascos, pero sí el pueblo de mi padre está muy cerca de Navarra), y ya se sabe que a los vascos les gusta tanto la "B" como a los catalanes la "LL".
El caso es que siempre la gente tiene problemas para pronunciar mi apellido, cada año cuando comenzaba el curso había expectación por saber cómo iba a pasar lista la profesora de turno. Me han llamado de todo: Berguería, Braguería, Birguerías, incluso tenía un amigo que cada vez que me veía decía: "yo me beguería algo, una cervecita por favor". Creo que por la dificultad, mucha gente terminó llamándome Begue, y cuando hablaban de mí, hablaban de La Begue, y tanto se quedó, que acabó siendo mi nick en casi todos los sitios de internet, mi nombre del teléfono móvil (ese que encontró el chico de la conexión bluetooth) e incluso en mi recién estrenado mp3.
Con el nombre..., pues también me han llamado de muchas maneras. Ahora casi todo el mundo me llama Ana, pero de muy pequeñita me llamaban Anabel (hay gente que todavía lo hace, mi madre por ejemplo), pero me han llamado Anita, Anuska, Anica, Anusky, Ana Isabel (que es mi nombre real), e incluso tuve un jefe que me llamaba Isabel y protestaba porque no le respondía.
Pues bien, si en el cara a cara, esto de los nombres es complicado, en internet, ya ni te cuento. Hay personas que son unas acaparadoras y acumulan nicks (¿verdad Eva?), y luego no sabes cómo llamarles, para otras eso del cambio de nombre debe ser una especie de vicio (Ruth --- Mar ;)), otros tienen un nombre en la web, otro en la dirección de correo, otro en otra dirección, otro en el messenger, e invariablemente tienes que terminarles llamando chatín, porque no sabes cuál elegir. Y a otros decides llamarles de una manera por mucho que se pongan el nombre en mandarín.
Pero lo que ya es complicado del todo, es cuando conoces a alguien que has conocido en internet. Te lo presentan, le das dos besos, y entonces empiezan los problemas. Si le llamo por su nick que es como me sale natural, lo mismo se mosquea, que es una persona real, con piernas, brazos, ojos y nombre, pero es que por su nombre no me sale, joer, y acabas llamándole de las formas más absurdas, como por ejemplo, chico de los globos de colores en los dedos.
Pero en fin, con el roce, todo se normaliza, y por mucho que rece la canción "que harías tu si l@lit@@ se fuera con un comisario", para mí, Marta, siempre será Marta.
Qué cutre post me ha salido, jeje. Hasta luego wap@s