miércoles, 23 de mayo de 2007

karaoke barna

Pedazo de foto que me hizo Toño. Gracias Toño.


Comparada con la sala Capitol de Villanueva de Gállego, la sala Bikini es como un estadio de futblol. Esa grandeza, esa cantidad de gente que entra, esas luces de colores, esas cervezas a 4'50 € vs 1 € de Capitol. Vamos que cuando llegas a la sala, dices, que no, que yo no salgo, que hay mucha gente, qué miedo. Bueno, pues a pesar del miedo, la noche empezó muy bien. Fue un placer reencontrarse con l@lit@@, David Grau y Olga, Toño y Ruben. Fue también un placer escuchar la primera parte del concierto, y además es de agradecer que vayan cambiando el repertorio, así tuve el placer de escuchar la versión cañera de "Donde habita el olvido" o "Si volvieran los dragones", que no las tocaron en Zaragoza.

A pesar de todo, andaba yo acojonaita, solo de pensar en subir arriba, y con razón, ya que David se encargaba de recordarme constantemente, que mirara hacia atras, - mira, mira -, decía, - debe haber como 900 personas -. Sin embargo, luego fue todo más fácil. Lucas Masciano hizo la intro, así que yo ya llevaba un ratillo en el escenario cuando sonaron los primeros acordes de "y sin embargo", y además, no tenía miedo a fracasar con el pedazo club de fans que me salió (vease Raul, L@lit@@, David Grau, Toño...), jeje, en el vídeo se les oye cantar más a ellos que a mi. Luego pude disfrutar de las canciones de l@lit@@, Albert, Quim (cómo canta de bien Quim), David, y todos los demás.

En fin, que me volví a quedar con las ganas de más. Menos mal que esto ya se acaba, porque con lo que engancha el escenario, amenazaba con convertirme en una grupi, yo, que ni a los 15 años formé parte del fenómeno fan.



Ana

miércoles, 2 de mayo de 2007

Que rujan los motores

Cuando me enteré de que el niño había sido apuntado a una competición de coches de slot (scalextric para los no entendidos), temblé de miedo. Vale, el niño sólo iría a divertirse, y yo sólo a supervisar pero me asaltaba una duda. Al haber además de competición infantil, competición de adultos, no sabía como iba a reaccionar ante veintitantos treintañeros corriendo como niños con sus coches y compitiendo para ser los mejores.

Cuando llegamos al club, comprobé que todos iban muy bien equipados, chalecos del club, cajas de herramientas a las que no les falta detalle para el mantenimiento de los coches, maletines preparados para llevar todos los accesorios. Es un mundo perfectamente montado. Yo pensaba, que uno se compraba un coche en una tienda, lo ponía sobre la pista, y a correr se ha dicho, pero no, estaba muy equivocada, esto lleva su preparación, hay diferentes categorías, coches normales, coches adaptados, escalas 1:32, 1:24, vamos, un mundo.

Entregamos los coches a los encargados de la carrera y esperamos a que comenzara entrenando un poco en una pista. Desde el principio, pude constatar, que en esto del slot, pasa como en el resto de las cosas, que siempre es verdadera la máxima "hay gente pa to", es decir, hay personas muy amables y simpáticas, y hay verdaderos petardos, que se ponen de un humor de perros cuando las cosas no les salen como quieren, pero sobretodo, lo que saqué de todo esto es que no hay que ir a los sitios con una opinión formada. Yo pensé que me aburriría, que todo me parecería absurdo, y sin embargó, me divertí. Es emocionante ir mirando los tiempos, ver como el coche se sale siempre en la misma curva, desear que al niño de 4 o 5 años que está corriendo se le salga el coche de la pista para que tu chico haga mejores tiempos. Al final, está claro que todos tenemos algo de competitividad en las venas, y eso, seguro que no es nada malo.

Pues eso, que fue una tarde divertida, y aunque mis chicos no ganaran, creo que repetiré, pero que me den un coche a mi, que también quiero sentir la velocidad..., rum, rum, ¡que rujan los motores!