martes, 14 de julio de 2009

Verdades como puños

Seguramente todo el mundo ha visto alguna vez la típica imagen de dos adolescentes o no tan adolescentes sentadas frente a una película romántica y comiendo helado de chocolate belga mientras lloran las penas de una de ellas, o de ambas.

Es una escena que siempre he envidiado de las películas, y esto es así porque jamás la he vivido.

Es extraño. Una persona que tiene un blog, que se dedica a contar sus penas y alegrías a diestro y siniestro desnudando su alma, a veces, un centímetro más de lo que debería estar permitido por la ley, podría descargase también en sus amigos, teniendo de esta forma un hombro para llorar o una camiseta para secarse las lágrimas. Y sí, es así. Soy exáctamente igual en el blog que en persona (con algún matiz por supuesto, que siempre hay que dejar espacio para la sorpresa), y aún con todo, no he coseguido vivir la escena en cuestión por mi misma.

Y todo esto me pasa, por tener amigos que no consuelan, sino que dicen verdades como puños. Mala suerte. Tanta racionalidad me agota. Por una vez me encantaría verles entusiasmados con mis entusiasmos y tristes con mis desgracias. Pero no, son abolutamente racionales. Lógicos, coherentes e incluso bordes cuando hace falta, para intentar que mi estado de ánimo deje de ser una montaña rusa constante y se convierta en una autopista algo más aburrida pero mucho más segura para mi salud mental.

Quizá es por eso que les quiero tanto.

Hoy me toca dar las gracias a dos, y ellos ya saben porqué.

Una canción que me persigue desde hace unos días:

8 comentarios:

Luji dijo...

JAJAJAJAJJ Me has recordado una anécdota
En nuestros años mozos mis hermanas y yo salíamos de juerga juntas. Aplicábamos aquello del conductor designado por pura coherencia y nos turnábamos en cada salida. Un día, me tocó ser la abstemia y fuimos a una reunión donde la menor de mis hermanas se decepcionó del chico que le gustaba y ella y la mayor iban pasadas de copas en la parte trasera del coche cuando yo manejaba de regreso... La menor lloraba desconsoladamente y decía... Por que??? Por queeeeeeee??
yo le dije... Ya mujer... deja de llorar, te vas a poner hinchada y mi papá te va a ver cuando lleguemos

Y la mayor dice:

Déjala que llore!!!! que se desahogue!!! Por qué la limitas???? Es más...yo lloro contigo!!!!

Baste decir que se convirtió en frase familiar...ahora cuando alguien da un consejo frío y práctico, siempre alguna brinca con la frase: "Déjala que llore"

Así pues... llora muje...llora XD

josman dijo...

una manada de seres frios e insensibles es lo que son tus amigos...brase visto¡¡

Alhuerto dijo...

Joss tiene razón.... cambialos por otros más alegres!! Jajaja.

Tu si que te haces querer.

Un besazo preciosa.

Unknown dijo...

¿Sin helado de chocolate? Buah! no tienen entrañas ni ná de ná, tus amigos... Siejjjjqueeeee
¡Que bien poder echar mano de alguien sensato en los momentos duros! ¿verdad?
Besos

cristal00k dijo...

Disculpa Labegue el comentario anterior es mío.

Labegue dijo...

Sigo flipando con vuestros comentarios, porque a pesar de que escribo de vez en cuando tengo una conexión tan lenta que os escribo poquísimo a los demás.

Gracias por formar parte de mi elenco, aunque sea virtual.

Besos mil

Olinda dijo...

Eso mismo, llora muje!!! yo me como un helado con vós :)

Creo que tenés unos amigos que te quieren mucho tanto en el mundo real como virtual. Yo soy una de ellas.

Besos y espero que mientras leas esto ya estés riendo nuevamente

Mara Jade Garland dijo...

Pueeees... ¡yo soy mucho peor que en el blog!

Felicidades, por cierto, que he visto que ha sido tu cumple.
Me alegro de que ya hayas acabado con la mudanza.

Besitos!