viernes, 15 de junio de 2007

Soneteando voy

Ya, ya lo se, no existe esa palabra pero es que estoy recordando una época de mi vida, hace bastante tiempo, como 10 o 12 años aproximadamente, tuve una temporada en que me dio por escribir sonetos. Como a los 20 años uno hace lo que hacen sus personajes admirados, supongo que yo me puse con los sonetos porque los hacía Sabina, ese que canta, no me parecía difícil hacer rimas consonantes primera con tercera, y segunda con cuarta, así que me puse a ello. No tengo ni idea dónde están, los escribía en papeles y luego los guardaba por los cajones, así que de vez en cuando aparece uno. Independientemente de su factura, me hace muchísima ilusión leerlos, me recuerdan a una Anita medio adulta todavía y me hace ilusión escribirlos aquí también. Hoy he encontrado este:

Llamé a las puertas de tu pecho abierto
un día gris que vi al cielo llorar
tu corazón estaba de portero
me dijo pasa y no te irás jamás

Alguna vez intento abrir la puerta
para salir de esta caverna oscura
huir del miedo y luego la reyerta
y ver la soledad de la cordura.

Y entonces llega un beso, una palabra
de mi mago diciendo abra cadabra
y sacando una flor de su chistera
y yo cierro el portón y entro hacia adentro
a disfrutar del encientro en que me encuentro
y adorándote más que a cielo y tierra

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