Dice J. Sabina que si España fuera como a él le gustaría que fuera, Krahe vendería 20 millones de discos, como lo hizo Brassems en Francia. Yo, opino que la verdadera esencia de Krahe se encuentra en sus conciertos.
Anoche tuve suerte, conseguí una de las 3 últimas entradas para verle en un garito enano, abarrotado, y con un escenario chiquitito. No importa. Mereció la pena. En directo es cuando se aprecia su fantástico sentido del humor, su inteligencia, su voz, todo.
En directo, no puedes dejar de sonreír, o de reír a carcajadas en muchas ocasiones, y por supuesto en directo, no puedes dejar de pensar. Krahe es mordaz, culto, y algo esclavo (a su pesar) de la rima.
Krahe ha conseguido hacer lo que quiere, cuando quiere y como quiere. En estos últimos dos o tres días he escuchado muchísimas veces la frase yo de mayor quiero ser como Krahe. Por algo será.
Además, anoche, tuve el enorme privilegio de poder charlar un poquito con él después del concierto.
La charla, su genial sentido del humor, la fantástica compañía, los insuperables mojitos y la escandalosa buena noticia de mitad de mañana, me hacen exclamar a la hora de la siesta: ¡Qué suerte tengo!
Os dejo una canción de las que sonaron anoche. Genial, como todas.
2 comentarios:
Hola,soy admiradora de Javier Krahe desde que tengo memoria.Los fans de Javier dejamos nuestros comentarios en Javierkrahe.com,por donde sè que el se pasa de vez en cuando para leernos,desde aquì te invito a que participes y compartas con nosotros tus impresiones sobre El Maestro(asì le llamamos en la intimidad,je,je).
Un cordial saludo.
GLAUKA.
Hola Glauka. Gracias. Ya he visitado vuestra página alguna vez. Me pasaré y sobre todo os daré la dirección en la que podréis leer la charla que tuve con él.
Un saludo.
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