Una de Televisión

Ultimamente he decidido ver más televisión. Mis posibilidades de conversación se encuentran realmente limitadas sin verla así que me he puesto las pilas a ver si logro comunicarme más. Lo he intentado de diversas formas, me he tragado varios conciertos del Rock & Rio (El "apretao de Sting"- Marian dixit, Café Tacuba, algo de Shakira, y las locuras de Lenny Kravitz), y varios acontecimientos deportivos (La final de la Eurocopa, el Wimbeldon de Nadal, algo del Tour de Francia, y aún me faltan los Juegos Olímpicos).

Sin embargo, he descubierto que no es suficiente, eso no me aporta nada.

Bueno, lo descubrí, hace más o menos un mes y medio, el día que vinieron los carabineros a Zaragoza. Había en la mesa de la cena, una conversación interesantísima acerca de buenos y malos guitarristas a la que yo asistía con la boca abierta de asombro y cerrada de ignorancia, moviendo la cabeza entre los dos interlocutores como si de un partidazo de tenis se tratara. Al poco rato, comprobé con alivio que no era la única asombrada, y al confesarlo, sentimos un profundo alivio que hizo que la conversación derivara a "asuntos rosas". Muy a mi pesar, estoy pez en asuntos de corazón también.

Así que, el otro día, me até los machos, y me dispuse a tragarme enterito un especial sobre Anita Obregón, que la tía será tonta y todo lo que se quiera decir, pero oye, sabe un montonazo acerca de cosméticos, de cómo andar para que no se note que te sobra carne en la parte superior del brazo y además, tiene unas teorias interesantísimas sobre los hombres, que no contaré, por si alguno lee esto, no vaya a ser que no pueda ponerlas en práctica, jeje.

Después de verlo, salí convencida de que estoy muchísimo más preparada para la vida y hoy he podido comprobarlo en una conversación por teléfono con un cliente, he estado muchísimo más suelta, que pena que el tío haya terminado pidiéndome el msn, jajaja, no logro despegarme de internet del todo ni aunque lo intente..., ¡qué vida esta!.