jueves, 10 de diciembre de 2009

Limpieza General

Otra vez a cambiar el brillo de labios por el delantal
a bajar de la nube en caída libre
a intentar suavizar el golpe
agarrándome fuerte a las cuerdas en las que tiendo la ropa.

Las gotas que recorren mis brazos
parecen lágrimas que enjugo con el paño de cocina.
La realidad se presenta ante mis ojos
sin dejar lugar a las dudas,
como la suma que corrijo.
Fácil, infantil, segura.

Cuando los latidos disminuyen
sólo hay que hacer café
pasar la lengua por los labios
y barrer los pedazos.

Al fin y al cabo
todo se regenera.
Y en Mercadona,
siguen vendiendo bayetas,
escobas,
desengrasantes,
y plumeros
con los que limpiarlo todo
y empezar de nuevo.

4 comentarios:

Francisco García dijo...

Pues claro que sí. Otra vez de nuevo cuantas veces lo desees.
Como te digo siempre, es un placer leerte, pasar y comprobar que estás aquí Ana.

Un beso.

Fran.

La Lola dijo...

Y volver, volver, volverrrrrrrrrr a empezar, las veces que haga falta, claro que si, unas cuesta más y otras menos, pero no hay que quedarse en el camino, pa,lante...

Yo dijo...

Pues que quieres que te diga, de vez en cuando una limpieza general no está nada mal, pues se aprovecha para lanzar todo aquello que no nos sirve o que creíamos que nos serviría y al final sólo ha sido un estorbo. Y después de la limpieza a comenzar otra vez, como dices tú.

Un saludo

Labegue dijo...

Volver a empezar. Yo lo hago cada x tiempo. Eliminar paranoias, ralladas mentales e incluso ilusiones, poner los pies en el suelo y seguir viviendo. ¡Y que pase lo que tenga que pasar!

Fran, ¡qué alegría verte de nuevo!, un beso grande.

Lola, gracias por seguir viniendo, por seguir siendo fiel.

Yo, digo, tú, digo..., ¡leñe! Bienvenida.