lunes, 21 de diciembre de 2009

Reprogramándome

Hoy ha comenzado mi nuevo proceso de reprogramación. Creo que debe ser el quinto o el sexto de este año. No es que los anteriores hayan fracasado, es, simplemente, que en cada paso voy aprendiendo un poco más.

Últimamente he tenido comportamientos de "loquica", debe ser por eso que mi mote en el trabajo ha llegado a ser "Bipolar", y después de tener comportamientos de loca me he sentido fatal por no haber sabido controlarme. Está bien, me perdono.

No quiere decir que no asuma la responsabilidad sobre mis actos, lo hago, no obstante, ayer no fallé del todo al hablar del "Cuento de la princesa". ¿Quién tiene la culpa? - me preguntaste - ¿El loco, el barquero, el rey, el amante labriego? - La culpa, todos o ninguno, pero sí, la responsabilidad es única y exclusivamente de la princesa.

Pero aún y así, me perdono. Es que hoy estoy tremendamente generosa conmigo misma.

Una de los puntos esenciales de mi reprogramación será el saber decir que no, renunciar a cosas que no me convienen porque me hacen daño a largo plazo, a pesar de que de momento me hagan sentir bien. Es como el tabaco, en el momento de fumar todo es placentero, perdonas su mal sabor porque te llena el vacío de nicotina, crees que te aporta seguridad y que calma los nervios (todo mentira, no haces más que ensalzar sus nulas virtudes), pero a la larga, te provoca enfermedades y la muerte. Es también como un hombre que se deja querer pero no te quiere, su compañía es placentera, te sientes como una quinceañera, alabas su forma de ser, las mil cosas que tenéis en común etc. Sí nena, pero no te quiere, y a la larga vas a terminar sufriendo. Es como un polvo de una noche, maravilloso en el momento, pero que puede llegar a avergonzarte a largo plazo. Así que, muchas veces es mejor renunciar a tiempo a algo que aunque momentaneamente te proporcione placer, luego te hace daño.

Otro de los puntos es perdonarme. Como dice mi amigo Jose, a veces da la sensación de que soy la responsable de todos los males de la humanidad, y no, soy responsable de mis actos, sí, pero no de los de los demás. Que cada palo aguante su vela.

Y tercero. Quererme con mis locuras, con mis idas de olla, con mis complicaciones, con mi cuerpo, incluida mi barriga post-parto y con todas mis imperfecciones, porque son una muestra de que soy un ser único, de que estoy viva y me pasan cosas. El que quiera conocerme tiene abiertas las puertas y puede quedarse si le gusta lo que ve, lo que hay, lo que soy.

No va a ser fácil, pero creo que ayer ya lloré todo lo que tenía que llorar. Toda la tarde esperando una llamada que no se produjo, y que ya no sé si quiero que se produzca. Ahora sólo queda, recomponer el puzzle y colgarlo en un lugar privilegiado de mi casa. Seguro que Eva, Jose y Espe (of course) tienen a bien ayudarme son sus mil piezas. Seguro.

¡He dicho!

2 comentarios:

josman dijo...

Una piedra en el camino
Me enseñó que mi destino
Era rodar y rodar
Rodar y rodar
Después me dijo un arriero
Que no hay que llegar primero
Sino hay que saber llegar...
...sigo siendo El Rey
Y yo sigo siendo El Rey...o la reina

un beso

La Lola dijo...

Avanzar cada día y aprender, caminar, tropezar, caer, levantar...y volver a empezar. Así es y no hay más.
Suerte y ánimo en tu empresa
PD: pero sigo pensando que le das demasiadas vueltas a las cosas...no a todas creo, pero si por lo poco que te conozco creo que a bastantes, Libérate