domingo, 13 de diciembre de 2009

Tozuda

La culpa no es mía, es de mi madre que fue la que eligió Zaragoza para que yo naciera. Y así he salido. Tozuda, cabezota.

Hay un chiste que dice que para que un aragonés meta 4 elefantes en un seiscientos sólo hay que decirle que no caben, y ya va siendo hora de que sepáis la verdad. Me costó, pero al último lo metí cortándole las uñas.

Y así, yo, en mi cabezonería, sigo empeñada en tirar de un hilo cuyo ovillo no termina nunca, sigo intentando vaciar el mar con un cubo, o peor aún, a cucharachas, sin darme cuenta que la sombra de la decepción me acecha y que llegará un día en el que caerá sobre mí inexorablemente.

Tengo, entonces, dos opciones. Una: dejar de tirar del hilo y dejar de achicar agua, y dos: construir una muralla de roca firme y vallas electrificadas con salientes puntiagudos, para proteger a mi persona y en concreto a una parte de ella, de la caída al vacío sin red.

Consultaré con mi almohada, con Marquitos y con cualquiera que aparezca en mis sueños, y después decidiré.

Por si acaso... ¿alguien sabe dónde venden arena y cemento?

5 comentarios:

Yo dijo...

Uyy! lo siento, pero creo que ya no queda arena y cemento, lo he comprado todo yo, para hacer una muralla como esa que quieres hacer tú, tendrás que pedir que te la traigan, sorry.

un besito

La Lola dijo...

Nada Ana tu te das una vueltita por Leroy y si no hay avisas que fletamos un barco y te la mandamos de aquí. Pero déjate de comerte el coco y disfruta hija, que das más vueltas que un gato antes de echarse...Disfruta que el tiempo se te vaaaaaaaaa, sinó ya me contarás en algunos años.
Un abrazo guapa

josman dijo...

escucha a la lagunera sabia y para la noria...

Francisco García dijo...

Para salvaguardarme un poquito, yo en tu lugar me haría un palacio o un castillo, ni muy grande ni muy pequeño. Y tan tranquilo allí dentro! Jeje. Con el tiempo, a medida que me fuese encontrando mejor, facilitaría la entrada ajena a través de los puntos de acceso pertinentes...
Sabemos que las historias más mágicas se han sucedido en este tipo de lugares, verdad? Así que...

Un abrazo!

Harry Sonfór dijo...

Tiene otra solución: desaragonícese. Se puede hacer isleña, por ejemplo, todo más relajao, más llevable...