domingo, 29 de marzo de 2009

Grises

A veces tengo tentaciones de cambiar el nombre de mi blog, y en lugar de "y yo con estos pelos", llamarlo "aprendiendo a vivir". Pero eso sería demasiado obvio. Todo el mundo está aprendiendo a vivir, aunque no lo sepa, aunque no se de cuenta.

Hay gente que lo sabe, o cree saberlo todo, pero yo, reconozco mi ignorancia en la mayoría de los temas. Por eso estoy dispuesta a aprender, a crecer siempre, a base de observación, del método ensayo-error y por supuesto de palos varios.

Lo último que he conseguido, es aprender a vivir en los grises, aunque no me relajo, porque sigo teniendo tendencia a los extremos.

Hasta hace no mucho tiempo tendía a ver las cosas en el blanco o en el negro, el vaso lleno o vacío, las cosas bien (pero muy bien) o mal (pero muy mal). Últimamente me he vuelto más moderada. Será que me estoy haciendo mayor.

Hoy, he tenido un día raro. Es difícil relativizar las cosas, o darles la importancia justa nada más, cuando el universo se empeña en demostrarte que la balanza no está ni mucho menos equilibrada, así que me ha tocado trabajar conmigo misma, y charlar, charlar y charlar con amigos.

Charlar con amigos es el método que mejor me va para ver los matices de las cosas. Cuando tengo un problema gordo, o he vivido una gran alegría, ellos matizan mis sentimientos. No para mortificarme y bajarme de la nube, ni para darme esperanzas vanas en los problemas, sino porque las cosas vistas desde otro lado siempre tienen otras razones, otras soluciones, que tú no ves.

Yo hablo, cuento, relato, pero también escucho (aunque crean que no), y eso me ayuda a moderarme.

Está bien esto de vivir en los grises, puede que sea más aburrido, pero aporta un poquito más de paz.

9 comentarios:

Francisco García dijo...

Eres de lo más veterano que he descubierto por estos mundos virtuales, y de verdad Ana, da gusto encontrarte así, "con tus pelos", y que tu lectura continúe resultándome emocionante.
Enhorabuena siempre!

La Lola dijo...

Yo también soy extremista, se que los grises dan más paz, pero son menos emocionantes que los blancos o negros...y HAY QUE DARLE ALGO DE SALSITA A LA VIDA...
Un abrazo guapa

Maria de Mave dijo...

Y de vez en cuando no está mal, verdad?

Yo que venía de andar de extremo a extremo llevo unos meses viviendo en la Normalidad más absoluta. SIn noticias, ni buenas ni malas, salvo que la felicidad continua sea noticia...

Pero a vece cuesta un poco acostumbrarse, si.

josman dijo...

En la blancura de la nieve
parece el cisne más negro
y abogado en el concejo, hace de lo blanco negro
pero a la vida
eso no le importa
porque esta hecha
de mil matices...grises

muakisimas

Sonia San Román dijo...

Es verdad.
Y lo mejor de vivir en los grises es que cuando el color aparece lo aprecias aún más.
Un beso

acróbatas dijo...

Aprendiendo a vivir... todos los días... (y ese es el camino).

un beso gigante!

Darko Wiggin dijo...

Siempre he dicho, y nunca lo cambiaré (aunque la mayoría tenemos tnedencias de color suicida) que los extremos nunca son buenos. Aceptar el gris es un gran paso ^^

Cuídate ;)

cristal00k dijo...

Los colores "vivos" está sobrevalorados.

Y es que llegado un punto, el gris es el gran descubrimiento. Y un auténtico alivio ¿verdad?.

¡Vaya pedazo de texto!
Besos preciosa.

Anónimo dijo...

El gris no es un mal color.Es facil si se relativiza cualquier color de la paleta.Imaginate siempre todo verde o azul,siempre felices o tristes,siempre sin problemas o con ellos.En el puchero de la vida estan todos los ingredientes y hemos de saborear o aprender de cada uno de ellos.

Besazo

David Grau