miércoles, 3 de octubre de 2007

Montaña Rusa

Vivo en el extremo
y a veces en el extremo opuesto.

Abro la boca
y cierro los labios.

No tengo grises
estoy de puta madre
o estoy echa una mierda.

Haciendo amigos
jodiendo planes.

Enjuagando mis lágrimas
aguantando la risa.

En paz conmigo misma
en guerra con el mundo.

Temiendo la vida
odiando la muerte.

No es de extrañar
que no me quieras
si ni yo misma me aclaro.

PD.- Un día un amigo llamado Jordi, me dijo: "¿Ana, de verdad te lo crees? Me refiero a cuando dices que tú eres muy sencilla, nada complicada..."

3 comentarios:

poetabululu dijo...

Ser paradójico, a veces lábil, con aspectos claroscuros... no sé si será bueno o malo, pero hace al personaje más redondo, menos plano, más auténtico.
Un besito, Ana

Francisco García dijo...

En todo caso, eres tú misma; para mí un mujer fabulosa.
Gracias por tus palabras, me gustaron un montón.
Un besazo Ana.

MartaLalitaa dijo...

Pues yo te quiero tal y como eres!!!! un besazo!!