Tres lunas llenas y tres ciudades tuvieron la culpa.
Las Palmas, Sitges y Zaragoza.
Las Palmas, cálida y agradable,
verde que te quiero verde,
trivial, atardeceres
y dibujos cerca de la mariposa azul.
Sitges, divertida, loca, atrevida.
El chocolate de Marruecos,
las mil playas
y la fideoua a la orilla del mar.
La ventana de los espías,
el templo bendito
y el insomnio por elección.
Zaragoza, mía, cómoda, libre.
Películas, ordenadores y manos atadas
vídeos robados, abrazos
y sonrisas de adiós.
Tres ciudades, un verano.
Mereció la pena, las deudas, están saldadas ;)
3 comentarios:
amigos como tú y yo
volverán a encontrarse
por cualquier inventado rincón
que el instinto desande;
tal vez otra mañana de sol
cierta o imaginada
con muy poco de brillo en la voz
y añeja la mirada;
pero amigos como tú y yo
conocen la llamada
Hola Ana, estuve leyendo varias entradas de tu blog. Has vuelto a escribir, que bueno!
Tres ciudades en un verano, un verano rico de vivencias, me alegro mucho.
¿Sigues sin fumar?
Besos guapa
Si confiesas con tu boca que Jesucristo es tu Señor y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salv@.
Romanos 10.
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