Tengo este blog desde hace muchos años, y a pesar de que hablo de mí y de mis sentimientos, nunca hablo de las personas que comparten su vida conmigo. Ellos no lo han elegido, lo elegí yo, y aún así me quieren. Ellos son mis hijos.
D. tiene 13 años y creo firmemente que es un niño feliz. L. tiene 11 años y es un poco como yo, siempre está pensando en el "¿y si pasa esto?". Yo sufro por ello porque eso sólo le va a generar una cosa: ansiedad.
Hoy, hemos tenido la visita al instituto y he descubierto lo que preocupa a L. desde hace un tiempo. No quiere ir al instituto. Cree que es muy pequeña todavía y tiene miedo a no poder hacer amigos, a no sentirse aceptada.
Estábamos hablando de eso cuando ha venido D. y nos ha contado su secreto. Ha dicho que él también tuvo miedo y que últimamente como ha estado malito ha tenido tiempo de pensar y ha desarrollado una teoría fantástica acerca de como ve la vida. Os la cuento según sus propias palabras:
Yo, - ha dicho - me imagino la vida como un folio en blanco, y en ese folio en el que escribimos puede a veces haber tachones. Los tachones son las cosas que te pasan. Los problemas. Si están escritos en lápiz es que son pequeños, por ejemplo, se me ha roto el móvil. Podré comprarme otro, o llevarlo roto. La solución a esos problemas es usar la goma.
El problema es cuando los tachones son en boli, es decir, los graves. Por ejemplo, que se te haya muerto alguien. Entonces hay que usar el tipex.
El tipex es la felicidad. Todos los tipex tienen una marca. ¿Cuáles son las marcas de tu tipex? Los míos son de la marca familia, amigos, baloncesto e instituto. Lo que te hace feliz es la marca de tu tipex. Cuando te pasa algo malo, lo que tienes que hacer es ponerle tipex, es decir, pensar en tus amigos, familia, baloncesto y estar en ello.
Me ha parecido un ejemplo precioso, muy de su edad. Así que nada, a ponerle tipex a la vida.
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