
He mantenido algunas conversaciones con padres, pero padres hombres, no padres en sentido general, sino papás de niñas, si, esos que tienen niñas de papá, o niñas de sus ojos, o el ojito derecho de papá. Bien, los papis tienen un miedo tremendo a que sus hijas se hagan mujeres, cosa que no pasa con sus hijos, a los que se les exige que sean hombres desde muy temprano. La niña que se eche un novio formal, cuanto más tarde mejor, y si es posible, y por muy progresistas que seamos, que llegue virgen al matrimonio. Una vez casada, si no queda otro remedio, pues bien, que se acueste con su marido, pero si es posible para procrear. Parece ser, que el origen de este puritanismo deseado para sus hijas, viene de un "es que recuerdo cómo las miraba yo cuando era joven" (se olvidan de decir cómo las miran ahora), el caso es que esa mirada no debe ser nada bueno, porque a las mamis no nos pasa lo mismo con los niños, o al menos eso creo yo.
Que conste, que esto no es ningún reproche contra los hombres, ni mucho menos, simplemente creo, que la verdadera igualdad de la mujer y el hombre no llegará nunca, entre otras cosas, porque lo primero que tiene que cambiar, que es la educación, parece que no cambiará, porque viene de un sentimiento que no es en absoluto racional, sino fruto de la pasión, y eso es incontrolable. Lo que sí se puede mejorar es la igualdad de oportunidades, y para eso, aunque parezca mentira, nos falta todavía mucho...
Nota: se admiten enemigos