La mujer que hay al otro lado del espejo, ya no sabe quién es.
A veces cree que ha perdido su identidad. Otras, sin embargo, piensa que la está encontrando justo en este momento.
La mujer que hay al otro lado del espejo, ya no es rubia ni morena.
No es joven pero tampoco vieja.
No está gorda ni delgada.
Adora escribirse a sí misma y ha dejado de escribir para los demás.
La mujer que hay al otro lado del espejo, no se conoce a sí misma.
A veces se aburre soberanamente.
Otras, las menos, desearía que el tiempo dejara de correr.
La mujer que hay al otro lado del espejo, está confundida.
De éso, no tiene duda.
2 comentarios:
La mujer que está al otro lado del espejo es realmente maravillosa :)
normal que cueste saber que hay más allá del espejo, pero creo que es como todo en la vida, con algo de buen talante, se termina uno haciendo cómplice del extraño ser; ahora, eso si, visto desde aquí, no tiene desperdicio tu alicia particular ;0)
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