Hay dos posibles actitudes frente a una misma sensación y una, alguna vez, quisiera poder elegir una de ellas.
Los amantes del "tú puedes", "conseguirás todo lo que te propongas", el vaso medio lleno y variantes similares, dirán que siempre se puede elegir, sin embargo, no resulta tan fácil en la realidad.
Cuando el vacío en el estómago viene generado por los sentimientos y no por el hambre, la elección no depende de ti, sino de otro factor que no conozco, con lo cual, no puedo manejarlo.
En ocasiones, ese vacío te puede dejar 3 días sin comer. Literalmente, no entra la comida, es como si alguien hubiera cerrado tu estómago con 7 llaves de estas modernas que necesitan una tarjeta para poder sacar una copia.
Otras, sin embargo, el vacío tiene que llenarse, sí o sí, y sólo se consigue comiendo en cantidades que distan mucho de ser saludables.
Y la forma de afrontarlo no responde a ningún patrón concreto. O mejor dicho, un mismo sentimiento no siempre provoca la misma reacción. Por eso es tan difícil de manejar.
Si supiera como hacerlo, estaría flaca..., o gordísima, que sobre gustos no hay nada escrito.
5 comentarios:
Nunca me he visto en la situación de que se me cerrara el estómago, ni en el peor ni en el mejor de los sentimientos.
¿Eso es bueno o malo?
Textraño
Es duro aprender a separar la razón del corazón, pero cuando no se hace ocurren mezclas explosivas como esa porque gana el corazón sin razón...
Hola Anita, pues yo soy de las que se le cierra el estómago y sé muy bien de lo que estás hablando. No es fácil vencerle a los sentimientos y cada uno hace lo que puede.
Besos
La verdad es que aunque todo acaba por pasar... mientras pasa el malviento que sea arrasa...
Y cierto, muchas veces deja secuelas en el apetito.
En fin... Mua!
...cierto, no se puede elegir. Se hace lo que se puede: o nos morimos de hambre o nos damos un atracón...pero todo vuelve a la normalidad en algún tiempo.
Tratemos de "obligarnos" a comer si nos inclinamos por esa, o "paremos" de comer por un rato si se nos dió por la otra..., porque nuestro organismo también sufre como la causa que los provocó.
Un besote
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