jueves, 15 de octubre de 2009

Y dije: ¡basta ya!

"Mata más gente el tabaco que los aviones"

Lichis - Felicidad

Llevaba más de un mes y medio tosiendo, bueno, creo que llevaba tosiendo desde Abril del 2008, solo que a temporadas más y a temporadas menos. Hacía siglos que no conseguía cantar una canción sin que se me notara la voz ronca y tenía muchos otros síntomas. Sin embargo el último mes y medio fue horrible.

El último mes y medio era de tos constante, que provocaba un dolor de cabeza casi constante. La traqueitis de todos los años - pensaba yo. Y en efecto, lo era, la misma de todos los años menos el año que estuve sin fumar. Cada otoño lo mismo, pero esta vez más fuerte todavía.

El día del Pilar fue horrible. Me desperté, muy temprano, alrededor de las 6 de la mañana para vestirnos de baturros todos. Como todos los días me preparé el café con leche y tuve que hacer el esfuerzo de turno para poder fumarme el primer cigarro de la mañana. El esfuerzo consistía en limpiar la tráquea para que el humo pudiera pasar bien. Para ello, expulsaba el aire fuertemente varias veces, mientras oía roncar la tráquea y los bronquios y luego tosía. Aún así, el primer cigarro me hacía daño, pero el segundo ya no, así que no problema.

Aquella noche había dormido 5 horas y luego me llevé a los niños a la ofrenda. Estuvimos al sol y al aire durante unas horas y luego fuimos a tomar vermut y a comer en familia. Un día dura. Los días de fiesta suelen ser días duros. Son días en los que apenas has dormido y sin embargo toca estar en pie y con la cara contenta. Para colmo, me vino la regla, y yo cuando tengo la regla, siempre me duele la cabeza. Bueno, menos cuando no fumaba.

A las 5 de la tarde mi cabeza no aguantaba más, y a las 6 me fui a la estación a tomar una coca-cola con Eva. Salimos a la calle a fumar, por supuesto, en una estampa cómica. Yo casi llorando por el dolor de cabeza que no me dejaba casi ni andar y me provocaba ganas de vomitar, y tosiendo por mi traqueitis estacional, y fumando. ¡De locos!

Ese día a las 8 y media de la tarde estaba en la cama, y el día siguiente me levanté muy bien, pudiendo fumar y todo desde el primer café. ¡Qué lujo! Además, aún no podía cantar ni una nota baja, pero ya se me escuchaba al hablar, no tenía que hacerlo en susurros.

A las 11 llamé a mi madre para que me contara qué le había dicho la pediatra. Mi hijo de 6 años llevaba unos días tosiendo mucho.

"Tiene una bronquitis de caballo" - diagnosticó Josefina.

No sé qué pasó entonces. Debió ser la gota que colma el vaso. Sin comerlo ni beberlo, sin haberlo planeado, cogí mi paquete de Nobel recién estrenado y le dije a mi compañera de al lado: todo tuyo. Acabo de dejar de fumar.

Al día siguiente fui al médico yo. Laringo-traqueitis y bronquitis. Todo en uno. Una inyección de cortisona para arreglar la laringe (todavía no está bien, de hecho, aún no canto ni una nota), un jarabe para la tos y unos sobres. Cita en 20 días.

Y estoy contenta. Porque no hay mal que por bien no venga. Porque no fumo. Y usted que lo vea.




4 comentarios:

josman dijo...

...y he perdido el miedo a volar, dice el muchacho

por que sera que hay gente que le tiene tanto o más miedo al avión que al tabaco??...es algo que no puedo entender...o si??

Seda dijo...

De todo lo que has escrito me quedo con esta frase: Y estoy contenta.

Pero hay algo más importante que leerte contenta, y es oirte contenta. Y esto último lo he vivido.

Me tienes orgullosísima, que lo sepas.

Luji dijo...

Dejar por saturación

Calculo que el mono no será tan cabrón

La sirenita cambió su voz por un par de piernas... tu has sido mas listilla XD

Olinda dijo...

¡Que buena noticia Ana! Tú sabes que se puede y que se está mucho mejor así. Yo tambien estoy contenta de que no fumes. Besos grandes