La luna lo vió todo. Escondida detrás de una nube, fue testigo de su encuentro, y así, vió como a ella se le ponía la carne de gallina, mientras él tragaba saliva. Expió sus miradas, noto como ella mojaba sus labios mientras movía sus caderas al són de la música sin dificultad, impulsada por su vientre encogido y sin posibilidad de remediarlo de ninguna manera. Vió como las manos de él dibujaron el contorno del cuerpo objeto de su deseo y sintió como se detuvo el tiempo cuando sus labios se encontraron en un beso por fin.
Se tenían ganas desde hacía mucho tiempo. Sus miradas prohibidas e insinuaciones descaradas se sucedían en una especio de quiero y no puedo. Ella, pensaba en los 40 recién cumplidos y en que él era su jefe, pero no podía evitar imaginar sus piernas y torso desnudos. Él sabía que ella le sacaba 12 años, aunque lo disimulaba para que ella no se ofendiera, pero cuando veía su vientre plano y sus piernas firmes olvidaba hasta que era su empleada.
Por eso, cuando se encontraron en la terraza del bar, no hizo falta más que una gota de alcohol para dar el último empujón. Cuando quisieron darse cuenta, sus lenguas jugueteaban traviesas. Él la tomó por la cintura, apretándola hacia sí para que ella pudiera sentir su erección. Entonces, ella, supo que todo estaba perdido, y se dejó llevar.
De esto hace ya tres meses, y ahora, mientras miro su silla vacía en la oficina, pienso que a ella no le importa. ¡Qué me quiten lo "bailao"!, fue lo último que dijo mientras nos tiraba un beso desde la puerta, y volvía a su casa, sola, sin su príncipe azul y sin trabajo.
3 comentarios:
Es esto real o es producto de tu imaginacion y tu buen escribir? porque si es una historia real, me parece mentira que todavia alguna se pueda quedar sin trabajo por haberse tirado una canita al aire con su jefe... e imagino que el seguira en su trabajo, sin problemas.
Sera que todavia nos falta evolucionar mucho en algunas cosas???
Besitos
Es más real de lo que parece, aunque sea ficción, Marisa. Las relaciones amorosas -no convenientes- que surgen del trabajo, suelen terminar mal, sea porque le echan a uno o poque uno voluntariamente se va. ¿Cómo es eso que dice que "donde tengas la olla no metas la *olla?
Me gustan tus relatos imaginarios, me gusta mucho, en lineas generales, la pararrealidad (¿existe esa palabra? ¿No? ¡Pues deberían inventarla!)
Un besote, Ana
¿Ande andas, Labeguita? Espero que todo marche...
Un besote
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