miércoles, 28 de diciembre de 2016


Cada mañana al despertar
pongo la lavadora,
en ella meto siempre las mismas prendas
del derecho
del revés.
Primero las de un color
y luego las de otro.
Al día siguiente
invierto el orden.
Es estúpido porque todo se mezcla
todo está limpio
limpio, casi cristalino,
sin embargo
a la mañana siguiente
vuelvo a ponerla
una y otra vez
en un ciclo de lavado sin fin,
que desgasta calcetines
le quita el color a la ropa
y hace que se pierdan cosas.
Todos los días
sueño con el momento
en el que se estropee.
Ese día,
no pienso llamar al técnico.

viernes, 23 de diciembre de 2016

Extrañas experiencias

Hoy he tenido una experiencia extraña.

No era la primera vez que lo hacía, y sin embargo ha sido diferente a todas las demás.

Quizás, la persona que me (nos) ha guiado, ayudado, estaba más preparada. Quizás era su voz, quizás el ambiente, o quizás era yo la que estaba diferente.

Una experiencia que me ha llenado y a la vez me ha desconcertado.

Una experiencia que sobre todo me ha sorprendido por mi reacción.

¡Me he emocionado!

No sé si quiero repetir. Aún no lo tengo claro.

Cuando he terminado, he salido a la calle, y he mirado a la gente, y la he visto.

He pensado en sus vidas, en por qué estaban allí y me he visto un poco en cada uno de ellos.

Ha sido momentáneo, pero tiene que ser una pasada ver la vida siempre así. Sentirte siempre un poco parte de todo y de todos.

Muchas gracias a quién lo ha hecho posible.

domingo, 18 de diciembre de 2016

Estoy en una nube

Densa.

Húmeda.

Fría.

La realidad aparece matizada de blanco.

Sólo veo lo más cercano, lo que está aquí mismo.

Me envuelve.

Vivo en una nube y no se está mal.

¡Feliz domingo de niebla!

viernes, 9 de diciembre de 2016

Fluye



Haz memoria.

Trata de recordar.

Seguro que hubo un tiempo en el que sin pensarlo, te dedicaste a fluir. Como las aguas de un río que se dejan llevar por el cauce. Sin estancarse. Lo que se estanca se ensucia y hay que limpiarlo o se queda sucio para siempre, cada vez más, hasta que la naturaleza lo seca y sólo queda un rastro de porquería.

Fluye como hacías entonces.

Quizás fue cuando te enamoraste, o cuando conseguiste aquel trabajo que tanto te ilusionaba, o cuando tuviste tu primer hijo. No sabías lo que te esperaba pero te dejabas llevar.

- ¿Dónde vamos?
- No lo sé, fluye.

Y a veces salía mal, y a veces salía bien.

¿Te acuerdas?

¿Cuándo empezaste a estar pendiente de la hora que era?

¿Cuándo a mirar el tiempo que hacía?

¿Cuándo comenzaste a revisar una y otra vez el extracto de tu cuenta bancaria?

Fluye, sólo fluye.



miércoles, 7 de diciembre de 2016

Ellos

Ellos...

Empezando por ella. Que se quedó conmigo a dormir, puso música, comió pizza y sigue preguntando todos los días. Que no se conforma con sus propias cosas sino que reserva espacio para las mías. Que es la primera en sacar la tarjeta para pagar la comida, las cervezas o lo que haga falta. 

Siguiendo por él, que dice que nunca tiene nada que decir pero que dice mucho más de lo que cree. Que me acoge y me abandona a partes iguales. Y que cuando no se le ocurre nada más, se ríe y hace que todos nos riamos.

O ella, que se lo sabe todo, porque para eso lo ha estudiado. Y siempre tiene la palabra perfecta en el momento adecuado y además, tiene glamour, y me lleva a sitios donde nuca había estado.

O a otra, que ya la conocía pero a la que ahora he descubierto. Dulce, paciente, que propone escenas con champán y esmalte de uñas y cenas, y pasteles.

O al de los abrazos, todos los días. Porque sabe de qué hablamos.

A todos ellos, solo les puedo decir una cosa. Os quiero. ❤️️

¿Ayudaría?

Dedicado a Marina. ¡Gracias!


lunes, 5 de diciembre de 2016

Tener fe




Hace unos 9 años aproximadamente, cuando abrí este blog, lo hice por una razón. O al menos es así como lo recuerdo.

Era abril de 2007, y se acababa de hacer realidad uno de mis grandes sueños: salir a un escenario a cantar una canción. Y no salía con una banda cualquiera. La banda de Sabina, los coautores de las canciones, habían tenido la generosidad de hacer una gira en la que el público era el que cantaba.

Ese día, descrito así, conocí a gente maravillosa. A algunos los he seguido viendo de vez cuando y a otros no, pero a todos les tengo un cariño muy grande. Marta, David, Olga, Sonia, Myriam. ¡Qué recuerdos tan bonitos, y qué tremenda borrachera!

Quería contarlo, así que abrí el blog, escribí un par de cosas y luego me lancé a la crónica. Y después de eso vinieron muchos escritos más.

En aquella época, estaba pasando por un momento extraño en mi vida, replanteándome muchas cosas y visto desde la distancia, si no había caído en una depresión le faltaba muy poco. Si leemos la crónica de aquel día, tiene en común con la entrada anterior a esta que en aquella también hablo de cantar y de escribir. Aún no había descubierto lo de correr.

Cuando abrí el blog, me hice una pequeña descripción en mi cuenta de google, que decía algo así como que tenía un sexto sentido y que no me sorprendía nada, y mucho menos las personas. ¡Así de incauta era yo entonces! Y lo he seguido siendo hasta hace bien poco. Creía, con 32 años, que estaba de vuelta de todo, que sabía por dónde le daba el aire a cada uno y que era poco menos tan válida como Aramís Fuster o Rappel (por aquellos entonces todavía no conocíamos a Sandro, el rey en las artes adivinatorias).

Siempre he tenido una mente analítica, y a pesar de ello me he creído mis propias predicciones, sobre todo acerca de lo que pensaban los demás. Sin embargo, mi mente analítica no concebía una idea como la de tener fe.

No me considero una persona religiosa ni espiritual, así que aquello de la fe, rechinaba en mi mente constantemente. ¿Qué es eso de la fe? Datos, por favor. Ciencia. Hechos demostrables. ¡Qué equivocada estaba!

La vida me ha enseñado que casi todo es cuestión de fe. Cuando decides tener un hijo, no sabes cómo va a ser, no sabes si va a llorar mucho o poco, si va a comer bien, si va a morder a sus compañeros o si va a ser un adolescente con granos encerrado en su habitación que no soporta tu contacto físico.

Cuando comienzas una relación con alguien, no sabes si va a ser para toda la vida, si durará 6 meses o 1 año, si os llevaréis bien o mal.

Cuando comienzas en un trabajo, no sabes si va a gustarte, si congeniarás con tus compañeros, si sabrás hacerlo correctamente o como se espera de ti.

Y así, podría citar miles de ejemplos en los que hacemos un acto de fe.

Yo siempre he querido tenerlo todo controlado y al final todo me ha controlado a mí. Tener fe es lo contrario, es lanzarse sin miedo, o burlando al miedo, y pensar, que todo va a ir bien. Tener todas las respuestas a todas las preguntas es imposible, inútil y nos genera ansiedad.

Tener fe, qué difícil, y qué bonito.

domingo, 4 de diciembre de 2016

Tres cosas hay en la vida.


Salud, dinero y amor.

O al menos eso decía la canción. Tres cosas para ser feliz, tres objetivos para conseguir. Y ahora bien, ¿cómo los conseguimos?

Primero la salud. Si la salud es la ausencia de enfermedad y una servidora no tiene ninguna diagnosticada, es de suponer que ya tengo salud. Sin embargo, la salud va más allá de todo eso, consiste en cuidarse, comer alimentos sanos, hacer ejercicio, ser independiente emocionalmente. Salud física y psicológica.

Yo, que en estos últimos días he decidido cuidar mi salud de forma consciente, voy a empezar (ya llevo tiempo haciéndolo, pero ahora lo haré consciente de para qué lo hago) a cuidar mi salud corriendo.

Correr, me proporciona tres cosas maravillosas:

1.- Amplio mi círculo de amistades.
2.- Cuido mi cuerpo y lo mantengo activo.
3.- Libera endorfinas que me hacen sentir bien.

Todo relacionado con la salud. Sí, también lo de ampliar el círculo de amistades, que está muy relacionado con la salud mental.

Dinero. ¿Tengo dinero? Llevo toda la vida quejándome de que soy pobre, pero la verdad es que estoy escribiendo esto desde un ordenador maravilloso, con una conexión de fibra y mientras el resto de la familia duerme en camas con edredones calentitos. Acabo de subir de la cafetería de tomarme un café en soledad, en lugar de tomármelo en casa, tengo también móvil, tablet y una tele lo suficientemente grande para ver películas y series en Netflix. ¿Realmente soy pobre? Tengo trabajo, y mi decisión es hacerlo lo mejor posible ya que es el que me proporciona todas las necesidades que tengo y todos los caprichos que aún no siendo necesidades me alegran la vida.

Amor. "Love is in the air" que decía la canción. Si entendemos por amor que alguien esté dispuesto a todo por nosotros, que sólo piense en nosotros, que nos dé lo que necesitamos en cada momento y que baile a nuestro son, estamos jodidos. Eso no es amor, eso es dependencia. Si necesitamos todo eso es porque tenemos el firme convencimiento de que sin el reconocimiento de otra persona no valemos nada. El amor comienza por nosotros mismos y sigue por los que nos rodean sin esperar nada a cambio. Yo antes no lo veía así. Si le hacía un favor a un amigo, mi subconsciente siempre esperaba que algún día me lo devolviera, y si no lo hacía yo me sentía poco querida. El amor empieza por uno mismo y así todo fluye. Ultimamente mi vida está rodeada de amor, me ha abrazado más gente que nunca, me ha visitado más gente que nunca, me ha llamado más gente que nunca. Me he sentido querida. Pero eso, no es suficiente, si te agarras a eso, el día que no lo tengas, sufrirás. Así que en mi decisión de quererme y darme caprichos hay dos cosas que quiero hacer. Dos cosas que me hacen feliz.

1.- Escribir. Juntar palabras. Expresar lo que siento. Opinar de todo y plasmarlo aquí, en mi recién renovado blog. Y me gustaría que fuera un espacio de debate en el que la gente opinara y compartiera conmigo.
2.- Cantar. Es lo que me hace feliz. Cuando canto, me mente está centrada. Sólo me dedico a cantar. Ahora que está tan de moda vivir el momento presente, es un buen ejercicio. Me hace feliz, me permite estar donde quiero estar.

Por todo esto, he cambiado mis descripciones en todas las redes sociales. Para vivir como si fuera lo que quiero ser, lo que quiero hacer, que realmente es lo que soy.

Os presento a Ana: Cantante, escritora y runner.