sábado, 24 de marzo de 2012

Si nos lo hubieran enseñado en la escuela...

Esto de procurarse la propia felicidad es realmente agotador. Debería ser una asignatura obligatoria en la escuela desde que tienes 3 años, pero claro, entonces seríamos libres, no dependeríamos de nadie ni de nada, y eso no deja de ser un poco peligroso para el sistema.

La verdad es que es mucho más fácil depender de alguien, y así poder echarle la culpa cuando algo te sale mal. Echar de menos a mamá cuando te encuentras mal, y no poder soportar que los que se encuentran a tu alrededor no te traten como una niña, desmonta todas las ilusiones en el tema de cuidar de ti misma.

Lo cierto es que hace mucho tiempo que dejé de ser una niña, pero todavía sigo buscando alguien que cuide de mí. Algunos pensarán que es falta de madurez. Yo prefiero pensar que todavía no he aprendido a hacerlo yo sola, pero que estoy en ella. Soy una luchadora nata. Llevo luchando contra mis pensamientos muchos años. A veces ganan ellos, otras, casi todas, gano yo..., aunque la batalla es dura y casi siempre quedan secuelas.

Estoy sola en la vida, todos estamos solos en la vida, aunque haya mucha gente a nuestro alrededor. Nacemos solos y morimos solos, nadie puede hacerlo por nosotros, y lo único que tenemos que esperar es nuestro propio reconocimiento, nuestra propia aceptación y que seamos nosotros los que nos cuidemos. A pesar de ello, nos pasamos media vida buscando cosas de los demás. Amigos que nos animen, parejas que nos amen y nos protejan, trabajos que nos den de comer y nos proporcionen "cosas" que acumular, porque si tenemos más, nos parece que somos más. Y cuando nos fallan, cuando no nos dan lo que necesitamos en cada momento, nos rebelamos contra ellos, pensamos que nos han engañado, que no son buenos para nosotros, que nos han traicionado.

Si no esperamos nada de nadie, ni de nada, no habrá nada que nos decepcione. Si aguantamos un dolor de muelas sin llamar a mamá para que nos consuele, si nos miramos al espejo y nos piropeamos y no esperamos a que llegue nuestra pareja a casa para decirnos lo guapas que estamos, si no necesitamos un gran coche, o una gran casa o el último artilugio tecnológico del mercado para sentir que los demás nos valoran, habremos dado un paso  muy grande. Pero eso no lo enseñan en la escuela. No nos lo enseñan en casa. No nos lo cuentan cuando llegamos a este mundo. Y cuando quieres hacerlo, es duro, es difícil, es incómodo.

Y desfalleces, y lo mandas todo a la mierda, y vuelves a los viejos hábitos de echar la culpa a ese hombre que no me da lo que yo necesito, a ese trabajo en el que no te sientes valorada, a ese amigo que no te ha llamado para felicitarte. Es más sencillo, más cómodo y menos responsable.

Si nos lo hubieran enseñado en la escuela...

martes, 20 de marzo de 2012

¿Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos?

¿Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos?
¿Estamos solos en la galaxia o acompañados?


Siniestro Total - ¿Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos? -  Ante todo mucha calma


El sábado me fui a tomar unas copas. Ya tocaba. Hacía muchos días que no lo hacía y ya tocaba. El caso es que para la ocasión me vestí con un vestido negro, unas medias negras, unos zapatos de tacón negros y una cazadora negra de cuero. También me hice los ojos ahumados (en negro por supuesto). Mi acompañante en la aventura "borrachil", a la sazón, el mismo de siempre, vistió camisa negra, pantalones negros ajustados tipo Mario Vaquerizo, zapatos negros y cazadora negra de cuero.

Ante tal despliegue de oscuridad por parte de ambos vino a mi cabeza, sin yo poder evitarlo aquella canción de Loquillo que se llamaba "El hombre de negro". La canción la grabó Loquillo en el año 93 y aunque después la reeditó en el 2009 cantando y grabando un vídeo con Urrutia, Calamaro y Búmbury, (yo esto no lo sabía, ni había escuchado la versión, lo he descubierto investigando el año de grabación de la canción), hacía muchos años que no la escuchaba en ninguna parte, probablemente desde la primera grabación, no es una canción que se encuentre en mi colección y tampoco la ponen en los bares por los que circulo.

Pues eso, que me fui de copas un ratito, y acabé como casi siempre en "La Alcahueta". Podría decir que me sé las canciones que tienen en el ordenador y discos de "La Alcahueta", como la tabla del 1 y no sería exagerar demasiado. Sin embargo, el sábado, Vanessa (la pinchadiscos que se decía en mis tiempos), nos deleitó con una aproximación al country que hizo Loquillo en el año 93: El hombre de negro.

A veces me pasan estas cosas, nos pasan a todos. Piensas en alguien que hace tiempo que no ves y de repente te pide amistad en el facebook, o te lo encuentras por la calle, o te llama por teléfono. Te levantas pensando en una película, y la ponen esa noche por la tele, o te pasa lo que a mí, canturreas una canción que no oías hace tiempo y la ponen en tu bar de referencia.

A lo mejor la gente pasa de estas cosas, pero a mí todo esto me hace pensar. ¿Existen las casualidades? ¿Las cosas pasan por algo? ¿Tenía razón Earl al intentar tachar las acciones "malas" de su vida de una lista para que el Karma fuera bueno con él?

No lo sé, pero todo esto me hace pensar en otra canción. Espero que no le de por perseguirme mucho:

jueves, 8 de marzo de 2012

Me encanta ser mujer

Hoy celebramos el día internacional de la mujer. Muchas mujeres pasan por alto este día. Se supone que la igualdad entre ambos sexos ha llegado a un punto en el que no es necesario celebrar un día internacional de nada y que eso es un síntoma de normalización de las cosas. Para otras, es un día todavía reivindicativo, para ellas está claro que todavía la igualdad no es un hecho, las desigualdades en los salarios, la escasa participación de muchos hombres en las tareas del hogar y en el cuidado de los niños, y el uso de algunas mujeres como objetos siguen siendo un motivo suficiente para seguir luchando. Para mí, es fundamentalmente, un homenaje a todas esas mujeres que lucharon por conseguir determinados hitos que hoy en día consideramos conquistados, como por ejemplo el derecho al sufragio. También es un homenaje a todas aquellas mujeres, que desde el anonimato, consiguen hacerse valer en un mundo que sigue estando manejado por los hombres.

A mí me encanta ser mujer, e intento llevar mi "lucha" en los aspectos cotidianos de la vida. Si quieres hacerlo como yo ahí van algunas de mis creencias.


  • Maquíllate si te gusta, y si no te gusta, pues no lo hagas. Has de hacer las cosas para sentirte bien contigo misma, y no para los demás. 
  • No dejes que tu jefe, tu marido, o tu pareja, te digan cómo debes vestir o no. Si te gusta ir con un escote pronunciado, póntelo, si no te gustan los tacones, no los lleves. Tú eres tú, eres única e irrepetible y nadie debe decirte cómo debes ser.
  • Tus hijos son tu responsabilidad, pero no sólo tuya. Lo más normal es que tengan un padre. Hazle partícipe de su educación. No pretendas estar pendiente de todo en todo momento. Relájate. No puedes controlarlo todo. Y nunca te sientas culpable por hacerlo.
  • En el trabajo tienes derecho a unas horas para llevar a tus hijos al médico. Si necesitas hacerlo (espero que no), hazlo. Es tu derecho. Si respetas tus derechos te será más fácil respetar los de los demás.
  • Mucha gente dice que las mujeres nos llevamos mal entre nosotras. Ponlo en duda. ¿Acaso no tienes una mejor amiga? Si las mujeres dejamos de criticarnos unas a otras y nos dedicamos un poco más a comprendernos, quizá el mundo irá un poco mejor.
  • Si te gusta un chico, díselo. No, no es necesario que sea él quien lo diga. Si quieres que vaya a pasar la noche contigo, díselo también, y si por eso cree que eres una fresca, es que el tío en cuestión no merece la pena. Y no te olvides de los anticonceptivos, que luego el marrón es todo tuyo.
  • Intenta educar a tus hijos en un clima de igualdad. Si tu hijo varón se hace la cama y la deja arrugada, no la deshagas para volver a hacerla. Nadie nace aprendido, ya la hará mejor, te lo digo por experiencia.
  • Toma tu propias decisiones. No te puedes imaginar lo bien que sienta. Además, si te equivocas, asumirás tu responsabilidad y no tendrás que culpar a nadie.
  • Cuida tu cuerpo. Sólo tienes uno para toda la vida, y cada vez se vive más. Si tienes hijos, trabajo y una casa que cuidar, busca 30 minutos al día para ti. Si quieres los tendrás. Da un paseo, relájate leyendo un libro o canta flamenco. Tener tiempo para una misma es fundamental si no quieres volverte loca.
Estas son mis creencias, (seguro que  hay alguna más y ahora no me viene a la cabeza), si te gustan, te las presto, y si no te gustan, seguro que las tuyas son igual de perfectas para ti.

En cualquier caso, si como a mí, te encanta ser mujer..., hoy es tu día (uno de tantos). ¡Felicidades!