lunes, 28 de enero de 2008

Hoy me siento rara. Tengo a la vez: Ilusión, miedo, cabreo, felicidad, confianza, miedo otra vez, y una medio sonrisa que a veces hace que se escape una lágrima.

Mi balancín va hoy demasiado deprisa. Parece mis monitores el día del parto. Y grito sin epidural como aquella primera vez, y me retuerzo en la cama, a ver si me puedo agarrar a algo que no me haga sentir tanto dolor y alegría.

Y lloro de rabia como una niña de 2 años, a la que no quieren comprar una piruleta, pero que sonrie mientras le caen las lágrimas, porque a pesar de que no hay piruleta, la mano de mamá la está llenando de cosquillas.

Pues ya estamos otra vez en la crisis de tiempo e ideas. Y mira que intento ser constante pero con dos pequeñajos es imposible. La semana pasada fue horrible, ni escribir, ni leer el resto de los blogs. Prometo ponerme al día, pero para eso, no puedo pensar en hablar de algo, así que hoy toca música.

Esta me gusta mucho:


domingo, 20 de enero de 2008

Y sin embargo

Tú me miras
yo, me escondo
tú me buscas
yo te pierdo
tú, sonríes en la cama
y yo, te oculto mi cuerpo

Tú te escapas,
te persigo
huyes de mi
yo, te acoso
buscas refugio
te encuentro
nos rozamos
dame un beso

martes, 15 de enero de 2008

¿En qué momento perdemos la inocencia?

Vivimos en nuestro mundo feliz, hasta que un día, nos encontramos desconfiando, llorando, teniendo miedo...

¿En qué momento perdemos la felicidad? ¿La tuvimos algún día?

Quizás, mientras fuimos niños. Entonces, curábamos los llantos con peta-zetas o un fresquito, y nuestras frustraciones, levantándonos y volviendo a intentarlo. Sin descanso, hasta la extenuación.

Entonces pensábamos que la vida era eterna. No sabíamos de enfermedades, muertes, injusticias, facturas, y creíamos que los malos siempre tenían pinta de malos, y que los buenos ganaban siempre.

¿En qué momento nos pega una bofetada la realidad?

No lo sé, pero muchas veces me gustaría volver a ser una niña.


lunes, 7 de enero de 2008


Tengo una librería en casa. Un mueble librería quiero decir. Sin embargo, siempre hay unos cuantos libros en mi mesilla de noche. Uno de ellos, es el que estoy leyendo (en este caso, La Sombra del Viento), el resto nunca he sabido por qué permanecen allí.

Yo sospecho, que tienen vida propia, y son ellos los que deciden quedarse o irse, porque si no, ¿cómo se explica que La Catedral del Mar, que lo leí en verano, esté en la librería recogido, y El Evangelio según Jesucrito que lo leí hace dos años por lo menos continúe allí?

Yo creo que son libros inacabados, no porque no los haya terminado de leer, sino porque necesito leerlos otra vez. A veces pasa, los vuelvo a leer y se van a la librería. Otros, como Cien Años de Soledad, pueden estar allí siempre, por eso tengo libros leídos 4 veces.

Supongo que cuando me mude, irán todos a la librería, porque entonces tocará organizar, tirar y recoger. No sé entonces que pasará con El amor en los tiempos del cólera, que sigue en mi mesilla tras rescatarlo de la basura de mi vecina, y que está pidiendo a gritos ser releido.

Ya iré contando...

miércoles, 2 de enero de 2008

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Hola!!!

Me llamo Nuka.

Sí, como la osita de la serie Yaki y Nuka, los que vivían en el bosque de Tallac, y tengo casi 7 años.

Este año podré por fin celebrar mi cumple, ya que sólo puedo cada 4 años porque nací un 29 de Febrero. En Mayo del 2001, tras dos meses de mamar, me fui a vivir con Ana y Raul, y ahora, vivo en esta casita de Zaragoza a 22 grados a pesar de que allí afuera hay bajo cero y una niebla del copón (perdón por la expresión).

Os escribo, para daros un consejo a todos los que queréis regalar animales estas Navidades.

- No soy un juguete, soy un ser vivo, y en consecuencia vivo bastante más que los juguetes.

- Como. Todos los días. Hay que darme pienso o procurarme una comida decente. También tengo que tener siempre agua fresca.

- Mancho mucho, dos veces al año mudo el pelo, y puedes hacer cojines con lo que barres. El resto del año, sigo soltando pelo, y eso se nota en tu ropa, en tu coche, y en tu suelo.

- En vacaciones no me dejan entrar en todos los hoteles. Tendrás que buscar uno especial, o dejarme en una guardería, dónde me lo paso muy bien, pero que cuesta mucho dinero.

- Toooodoooosss los días hago pis y cacas. Hay que sacarme a la calle y recoger los excrementos con una bolsita. No cuesta nada.

- A veces estoy malita y hay que llevarme al veterinario, que es bastante caro. A veces vomito, tengo diarreas y además yo que soy mujer tengo la regla cada 6 meses (menos que tú ), y mancho el marmol, las alfombras o lo que tengas en casa.

- Una vez al año aunque no esté malita hay que llevarme al veterinario a vacunarme. Si a pesar de todo esto, sigues queriendo regalarme para reyes, te garantizo que seré una gran compañera.

Un beso muy grande para todos

Nuka